Una rama yemenita del yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó los atentados explosivos suicidas de ayer contra dos mezquitas céntricas de Sanná, la capital yemení, y otra en la localidad norteña de Saada, en los que murieron al menos 140 personas y otras 300 resultaron heridas durante la nutrida oración del mediodía del viernes. En un mensaje de audio difundido por la radio del EI, Al Bayan, que emite por Internet, un locutor leyó un comunicado del grupo que señala que los ataques forman parte de “una serie de hazañas llevadas a cabo diariamente por los soldados del califato contra los enemigos de Alá y de su religión”.
Al menos 140 muertos en atentados suicidas contra mezquitas en Yemen

Templos atestados. El viernes es el día de oración para los musulmanes, quienes concurren masivamente a las mezquitas. Los hospitales de Sanaá pidieron inmediatamente donaciones de sangre para ayudar al gran número de heridos por las detonaciones. En el interior de la mezquita de Badr, en el sur de Sanaá, un suicida hizo detonar el cinturón de explosivos que llevaba puesto, a lo que le siguió minutos después la explosión de otra bomba por parte de un segundo suicida ubicado en la puerta por la que los fieles intentaban huir despavoridos, según testigos de lo ocurrido. “Iba a rezar en una de las mezquitas cuando escuché la primera explosión y un segundo después escuché otra”, explicó este testigo presencial. Un tercer suicida se inmoló en la mezquita de Al Hashahush, en el norte de la ciudad, informaron personas presentes en el lugar de la explosión. Según el comunicado del EI, habría estado acompañado de un cuarto yihadista. Este cuarto suicida se detonó, a su vez, en un oratorio de Saada, al norte del país, pero sin causar más víctimas que él mismo.
Un imán, entre las víctimas. Entre los fallecidos se encuentra el imán de Badr y estudioso shiíta zaydí, Murtada al Mohadwari, considerado el líder espiritual de los hutíes. Hasta que se difundió el comunicado, los especialistas en Yemen sospecharon de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), que ya atentó con anterioridad contra los shiíta hutíes. La última vez contra la academia de la policía en Sanaá, el pasado 7 de enero, atentado que produjo 40 muertos. Ambas mezquitas son frecuentadas, principalmente, por partidarios del grupo rebelde shiíta hutíes. Estos, a través de su movimiento político Ansarullah, son fuertes en el norte de Yemen fronterizo con Arabia Saudita, aunque se hicieron con el control de la capital meses atrás y actualmente controlan también el gobierno.