A pocos días para las elecciones, Marcos Castelló, candidato a ocupar una banca en el Concejo Municipal por el Frente Justicialista pasó por UNO Santa Fe y habló sobre las sensaciones que le deja su segunda campaña electoral, luego de haberse postulado como candidato a senador provincial en el 2015, y de las propuestas que llevará al recinto en caso de ser elegido.
Castelló: "El debate trajo consigo un cambio importante en los votantes y eso me hace soñar"
"Quiero tener un Concejo que realmente tenga herramientas para cambiar la realidad de Santa Fe", afirmó.
En esa dirección, instó a recuperar las facultades del Concejo y a que la ciudadanía interpele al resto de los candidatos de si están dispuestos a hacerlo.
"Es una pregunta que se la tenemos que hacer a todos los candidatos, porque sino me da mucho temor que esta sea una respuesta a seguir de esta manera durante un largo tiempo. El Concejo debe recuperar sus facultades, de volver hablar acerca del transporte público, la recolección de residuos, cuáles son los incrementos en la TGI y cuál es la cantidad de dinero que se recauda por multas, que ha sido extraordinario en los últimos diez años, superando el 4300%", enumeró y remarcó que son cuestiones que impactan directamente en el bolsillo de los santafesinos.
—¿Qué sensación le deja esta segunda experiencia electoral?
—Una sensación nueva, esto de caminar Santa Fe y encontrarme con el reconocimiento que ha sido maravilloso. Casos puntuales que me han invitado a comer, me han abierto la puerta de su casa, algo tan sagrado, ¿no? El gracias, el invitarme a cantar una canción, yo sé que no es habitual en la política. Es algo que es un tesoro que me voy a llevar, seguramente de esta campaña, en la cual considero que hemos evidenciado un crecimiento y creo que esto radica en el tiempo que tuvimos de exposición de estas ideas. Eso habla claramente de que pude interpretar lo que el vecino me quiere decir, porque creo que todo lo que le pasa al santafesino lo viví en carne propia. Cuando digo esto me refiero a que tuve una infancia que fue dura y, en base a eso, se de qué me habla el que tiene necesidad, o el que me habla de inseguridad, porque lo viví en carne propia. Me han puesto un revólver en la cabeza para sacarme lo poco que tenía, y también me inundé y tuve 3,60 metros de agua en mi casa, y no me estoy victimizando, sino todo lo contrario, estoy contando mi historia, que es la de un emprendedor. Hace 21 años tomé la decisión de formar mi propia empresa, tuve la oportunidad de que Santa Fe me diera un lugar dentro de sus artistas y creo que hoy, haberme convertido en un representante de nuestra cultura también me ha dado la chance de conocer aún más gente. Creo que ahí también es donde aprendo a valorar el sacrificio, porque sé lo que cuesta ganar el dinero. Es por eso que me involucro, porque sé que fácilmente puedo interpretar lo que me pide el vecino. De esa manera, empezar este camino al Concejo donde vamos a apuntar a que la voz del vecino suene cada vez más fuerte y tenga el verdadero protagonismo que merece. A veces, ves tantos carteles de candidatos y tanta campaña que el vecino está cansado y nos olvidamos que el protagonista es él.
—Se especula con que el año próximo, el Frente Justicialista continuará siendo mayoría, y quien es hoy presidente del Concejo, es el segundo de la lista que encabeza. ¿Aspira a liderar el cuerpo legislativo el año próximo?
—Los liderazgos se van construyendo y creo que cada una de las propuestas tenemos que hacerlas tangibles. Cuando esto se vuelve tangible, es ahí donde empezás a tener más adeptos a tus ideas, y cómo todo empieza a convertirse de una manera positiva hacia un liderazgo. El tiempo nos dará la respuesta, creo que uno sueña siempre con tener un papel protagónico para poder llevar a cabo sus metas. Para mí es fundamental establecer cuáles son las diferencias que tenemos con este modelo de ciudad, con el cual no comulgamos, pero tampoco vamos a interrumpir, porque creo que buscar el consenso para que pueda llegar al final será fundamental. Siempre marcando claramente cuáles son las diferencias que tenemos, aportando nuestra mirada y llevando la voz del santafesino al Concejo.
—¿Qué cuestiones o urgencia que no esperaba le planteó la gente?
—Sabía con lo que me iba a encontrar. El abordaje de las cuestiones siempre es igual, es el cómo en el que a veces hay diferencias. El vecino se pregunta cómo puede ser que tenga que vivir entre rejas, sabiendo que hoy por hoy quienes conspiran contra nuestra seguridad están en la calle sin ningún problema. Entonces, lo primero que les digo es que estamos más que a favor de la lucha frontal contra el delito y la delincuencia, pero que el abordaje del tema no ha sido el correcto. Se ha hecho un ejército de policías, duplicando la cantidad en los últimos años pero, sin embargo, los resultados no nos acompañan. Dicen que somos la ciudad más violenta del país y es algo que a mí no me enorgullece. Mientras estamos haciendo esta nota hay un chico que por primera vez le levanta la mano a una mujer, y esto es un dato que creo es insoslayable. Creo que la solución está claramente yendo al foco del problema. Los jardines municipales han sido una buena iniciativa y yo estoy aquí para aplaudirla, pero es una mesa a la que le faltan patas. Estar cerca de las familias que están en estado de vulnerabilidad será fundamental a partir de ahora. El ejército hoy tiene que pensarse más en trabajadores sociales que en policías y en algún punto identificar cuáles son los chicos que se nos caen del sistema, sabiendo que en los primeros años de vida uno aprende lo más importante. Cómo no aprovechar ese momento para enseñar que el dinero se gana trabajando, que la mujer se respeta y que las drogas te matan. Ahí hay que hacer foco, porque sino de otra manera le seguís dando materia prima a la violencia.
—Los barrios han cambiado mucho en los últimos años y la violencia se ha ido instalando en muchos de ellos ¿Cómo se recuperan desde el Concejo estos entramados sociales?
—Más allá de la cantidad de causas de la violencia, hay un solo causante que es el ser humano. Preocupémonos porque este ser humano sea un hombre de bien y se solucionan todos los problemas. En la educación está el eje, tenemos que apuntar a esto. Cuando hablamos de los primeros proyectos que vamos a presentar, están emparentados con esto, la recomposición del tejido social que luce muy dañado. El tiempo habla a las claras de que no hemos mejorado, sino por el contrario. Entonces, las políticas a implementar tienen que ver con esto, con que no haya tanta división entre vecinos. Un día de lluvia como el de hoy te das cuenta. La misma naturaleza te lo muestra. No hace falta ahondar en palabras, porque un día de lluvia caminás la ciudad y te das cuenta cómo está dividida. Aquí hay una elección, no un partido de fútbol. Por eso cuando algunos me preguntaban por qué no festejé después de las Paso, es porque no había ganado un partido, había adquirido una responsabilidad enorme.
—¿Cómo va a esperar los resultados el domingo?
—El domingo hay que comer con la vieja. Hay que hacerlo así. Creo que el domingo va a ser muy especial. Esta sería mi cuarta elección, tomando las dos Paso y la general anterior y vamos adquiriendo una sensación distinta a la hora de recibir los números. La sensación de haber hecho todo y haber dejado todo, con falencias y aciertos. El sábado a la noche, me voy a acostar con la tranquilidad de haber hecho todo lo que tenía a mi alcance y de haber convivido con un grupo maravilloso de gente que me ha dado la posibilidad de estar en estas elecciones nuevamente. También quiero agradecerles a los que hoy nos están acompañando y no son justicialistas. Este es un dato de color que quiero resaltar, porque en las redes sociales, en el día a día, en la calle, veo esto y me sorprende porque tengo muchos mensajes de gente que me dice que no es justicialista y que no nos votó antes, pero que ahora nos va a acompañar. El posdebate trajo consigo un cambio importante en los votantes y eso me hace soñar. Creo que para estar en política tenés que animarte a soñar en grande, porque ese sueño lo compartís con toda una comunidad, sobre todo que hoy adolece de cuestiones básicas que no están resueltas.