Mariano Cassanello.
Colón perdió su invicto de visitante
Ovación - Diario UNO.
Era el partido en el que Esteban Fuertes llegaba al récord de presencias con la camiseta de Colón, junto a Ernesto Rubén Araos. Era el encuentro 284 para el goleador Sabalero y todos deseaban coronarlo con una victoria, justamente en Victoria. Era, también, un buen momento para repetir lo hecho en Córdoba ante Belgrano y estirar la buena producción fuera de casa. Al final, nada de todo ello fue posible.
Tigre aprovechó el pobre nivel del conjunto de Mario Sciacqua y lo venció 2 a 1 para quitarle el invicto como visitante. Carlos Luna abrió el marcador (PT 35’) y Javier Carrasco (ST 28’) estiró la ventaja. Los santafesinos descontaron mediante Iván Moreno y Fabianesi (ST 29’), aunque no fue suficiente y la esperanza de rescatar un punto fue desapareciendo de a poco, hasta el pitazo final.
El gran triunfo cosechado ante el Pirata -cortó una serie de cinco cotejos sin ganar- hizo surgir la ilusión del pueblo sabalero, acostumbrado a festejar fuera de casa. Esta vez, la parada era complicada porque Tigre llegaba con la gran necesidad de sumar de a tres. Por su promedio, otra no le quedaba.
Así fue que el Matador tomó las riendas del duelo y dominó durante los 45’ iniciales. Mientras que Colón se olvidó de todo lo bueno hecho una semana antes y regresaron las falencias de siempre: mucho pelotazo a los delanteros, poca generación de juego y menos tenencia de pelota. Lo salvaron, por un tiempo, la buena tarde de Ronald Raldes y Diego Pozo.
Aunque había insinuado algo con dos llegadas en un minuto -primero probó Gabriel Graciani y la pelota terminó en el córner, de ahí llegó la otra chance, con un pelotazo en el travesaño de Pablo Lima-, se fue cayendo de a poco. Entonces, fue el local quien creció de la mano de Diego Morales.
Y el peligro se acercó al arco de Pozo. Tras un centro de centro derecha a izquierda, se lo perdió Ramiro Leone. Pisando la media hora de juego, Luna sacó un buen remate y el uno Sabalero respondió mejor. Hasta que, luego de un tiro de esquina, nadie llegó a rechazar el balón y el Chino metió la cabeza para poner a los suyos en ventaja.
Para sumarle problemas al elenco de Sciacqua, minutos antes del gol, Maximiliano Pellegrino (con un derrame ocular) se fue lesionado y el DT tuvo que rearmar la defensa con el ingreso de Maximiliano Caire -se paró como lateral por derecha-, pasando Salustiano Candia a la zaga central. Cerca del final, después de 35’ de intrascendencia, Colón volvió a pisar área rival. El Bichi habilitó a Graciani, quien definió al primer palo, donde apareció Javier García para contener en dos tiempos.
En el complemento, sucedió lo que se esperaba. Los de Victoria bajaron el ritmo y Colón intentó ser protagonista. Pese a que adelantó sus líneas, tuvo más el balón en su poder y cambió la actitud, no fue suficiente para merecer mejor suerte. Porque no había profundidad, no creaba situaciones claras de gol y porque los cambios -los ingresos de Javier Chevantón y Leandro González- no surtieron efecto. Con lo cual, el enfrentamiento fue cayendo en un pozo, con Tigre cómodo a pesar de la ventaja mínima y con Colón lleno de intenciones, pero sin armas para concretarlas.
Hasta que en un minuto se movió el tablero. Primero se juntaron Morales y Luna, para dejar solo a Carrasco -el mismo que venía de marcarle a Unión- y el recién ingresado estiró la ventaja. Un golpe que Colón sintió, a pesar de que en la respuesta llegó el descuento de Moreno y Fabianesi, empujando la pelota cerca de la línea. La conquista hizo crecer la esperanza del Sabalero, que tenía poco más de 15’ para llevarse un punto.
Sin embargo, los del barrio Centenario siguieron por la misma senda y le facilitaron la tarea a los defensores de Tigre, que formó línea de cuatro y se aferró a la victoria que llegaba después de cinco encuentros. Todo lo hecho ante el Pirata, entonces quedó en el olvido, Colón regaló su invicto fuera de Santa Fe y ahora tiene que recuperar la memoria donde no se siente muy cómodo, en su propia casa.