Colón campeón. ¿Cuántas generaciones de sabaleros habrán soñado con un día que parecía no llegar nunca? Colón campeón. El primer título de un equipo de Santa Fe capital, después de más de 116 años de historia, de muchos amagues, de decepciones que seguían a grandes ilusiones. Colón campeón. Y nunca tan merecido para un equipo que representó bárbaro el paladar del fútbol argentino, con talento, picardía, intensidad, toques, mucho coraje. Porque no solo le ganó con absoluta autoridad a un grande como Racing por 3 a 0 en la final, sino que antes hizo lo mismo con Independiente y le costó más con Talleres porque fue acaso el más parecido a su estilo. Y antes de todo eso, ganó la Zona 1 de esta primera Copa de la Liga Profesional con total autoridad, de principio a fin. Colón es la historia misma en Sudamérica. La página más gloriosa la escribieron los sabaleros de Eduardo Domínguez, que desde ahora y para siempre tendrá su estatua en cada corazón rojinegro. Como la Pulga Rodríguez, el símbolo mayor de esta etapa inolvidable que vivió su gran ebullición en la final copera en Asunción para alcanzar la gloria máxima en San Juan.
Colón de Santa Fe, el campeón de todos los argentinos
El Colón de los pobres que nació en un campito a pasos del puerto, el de la cumbia, de Los Palmeras, de los suburbios. El del Cementerio de los Elefantes que puso de rodillas al mítico Santos de Pelé con Motoneta López y Demetrio Gómez, el de Hugo Villaverde, Cococho Álvarez, la Chiva Di Meola, Poroto Saldaño, el del Loco González, Gambier, el del Bichi, Saralegui, Ibarra y Cristian Castillo. El que movilizó multitudes, a Córdoba en el 93, cuando se frustró el sueño del ascenso en maratónicos penales ante Banfield, o en el 2019 a Paraguay cuando Independiente del Valle metió la zancadilla. El de esas lágrimas de tristeza que trocaron en estas de máxima emoción que se extendieron por la capital provincial y toda la bota, como nunca, con los nuevos nombres que serán recordados por la eternidad.
El Negro, así, sin más, el de los jugadores uruguayos que llevaron a Colón a primera división por primera vez en el 65. El de Horacio Guarany, el que recuperó en su Carta a Santa Fe el más antiguo clamor sabalero: “Mientras que desde el Puente Colgante, se fuma el último Colmena un palanquero, que hoy no tiene ni un sábalo en el bolsillo para ir a gritar, él también, Colón viejo nomás!”.
Tan grande fue esta consagración sabalera que hasta sus máximos artífices, sabiendo la explosión de media ciudad que habían provocado, pidieron apenas consumado el tremendo 3 a 0 a Racing que los hinchas se cuidaran en los festejos, acaso lo más preocupante porque, ¿cómo se contiene tamaña pasión, tanto grito contenido durante 116 años?
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Pasaron nombres de peso, técnicos de gran prestigio, mucha raigambre rosarina porque es imposible que no se mezclen estando el fútbol de la provincia tan íntimamente ligados, pero que se quedaron en el intento. Pero con el hecho apenas consumado, valió la pena tanta espera.
Se consagró con tres golazos, de extraordinaria factura colectiva porque ese fue su sello distintivo. Y que quede para los puristas si fue un título de Copa Nacional o uno de primera división. El 4 de junio de 2021 quedará en la historia para siempre, por la primera coronación de Colón, el campeón de todos los argentinos.