Julio Comesaña tiene 70 años, nació en Montevideo y en su carrera como futbolista vistió las camisetas de Gimnasia de La Plata, Kimberley y Ferro en el fútbol argentino.
El perfil y la extensa carrera de Julio Comesaña
Sin embargo, como entrenador nunca dirigió en nuestro país y la mayor parte de su carrera la desarrolló en el fútbol colombiano. Debutó en el banco en 1982 dirigiendo a Independiente Medellín y lo hizo hasta 1986.
Luego en 1987 se hizo cargo del Deportivo Cali y en 1988 se mudó a Paraguay para entrenar a Guaraní. Entre 1989 y 1990 volvió a su país y dirigió a Danubio.
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Y en 1991 se hizo cargo del Junior, club con el cual se identificó al punto tal de ser uno de los DT más importantes de la historia. Al punto tal que tuvo siete etapas en el club de Barranquilla.
Asumió en 1991, retornó en 1992 luego de un paso por Independiente de Medellín y lo hizo hasta 1994 en los Tiburones. Después dirigió Independiente Santa Fe y Deportes Tolima y pasó al fútbol chileno para asumir en Unión Española.
En 1997 volvió a Junior, luego lo hizo en 2002, 2008, 2014 y finalmente en 2017. También dirigió en Ecuador al Deportivo Cuenca y en Uruguay a Sud América y Racing.
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Mientras que en Colombia además de los equipos antes mencionados estuvo en Real Cartagena, Deportivo Pereyra y Patriotas de Boyacá. Y además en 2011 fue asistente de Leonel Álvarez en la selección de Colombia.
Una extensísima carrera que tuvo dos logros como lo fue el campeonato colombiano en 1993 con Junior y en 2017 la Copa Colombia también con la institución de Barranquilla.
Pero más allá de su palmarés, lo que terminó seduciendo a José Vignatti y sus pares de Comisión Directiva fue la manera en que juega el Junior y lo pudieron observar en vivo y en directo en la Copa Sudamericana cuando el Tiburón eliminó al Sabalero.
Si algo no había logrado Eduardo Domínguez más allá de los resultados, era que Colón no tenía una identidad de equipo. Y eso Comesaña lo hizo con éxito en el Tiburón.
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Incluso mereció ganar la Copa Sudamericana ya que a lo largo de los 120' ante Atlético Paranaense fue muy superior, pero desde los 12 pasos falló y por eso el equipo brasileño se quedó con la Copa.
Pero desde el juego se observó un equipo con los conceptos muy claros, con la idea de jugar siempre por abajo, de mantener la posesión del balón y apostar por la paciencia para atacar.
Ese ítem es el que despertó el interés de los directivos sabaleros a la hora de sentarse a hablar con el uruguayo. Si bien no es del perfil de los DT que venía eligiendo Vignatti (Montero y Domínguez) lo cierto es que ante la imposibilidad de sumar a Dabove, se aceleraron las gestiones.
El gran interrogante pasa por saber si podrá adaptarse al fútbol argentino, en ese sentido hay un buen antecedente y es el de Paolo Montero, quien llegó a Colón con apenas seis meses dirigiendo a Boca Unidos en la B Nacional y le fue bien pese a su salida intempestiva.