El presidente Alberto Fernández criticó este lunes a los gobiernos locales de la ciudad de Buenos Aires, y de localidades de las provincias de Córdoba y Mendoza por el retorno a las clases presenciales en zonas que se encuentran bajo alerta epidemiológica por la pandemia de coronavirus. Además expresó que los efectos del aislamiento estricto se verán “en dos semanas” y dijo que es “necesario seguir sosteniendo la menor circulación posible”.
Alberto Fernández: "Los distritos con clases presenciales están jugando con fuego y el fuego va a quemar a la gente"
“Es jugar con fuego. Lo que lamento es que el fuego va a quemar a los argentinos y argentinas en su lugar”, dijo el Jefe de Estado en una entrevista brindada a Radio Splendid. En esta línea, al ser consultado por la vuelta a clases presenciales en contra de lo dispuesto por el último Decreto de Necesidad y Urgencia, Fernández insistió con que la decisión del Gobierno nacional no se basa en un “capricho” sino en datos sanitarios.
“No es un hecho caprichoso nuestro; no es que se nos ocurrió arruinarles la vida a los cordobeses, a los mendocinos, a los porteños. La idea es cuidar a la gente“, enfatizó el mandatario. “En Alemania, cuando hay 150 cada 100 mil, se suspenden las clases presenciales. En todos estos lugares es 600 o 700″, dijo Fernández al defender el sistema nacional que mide la cantidad de casos cada 100 mil habitantes y en referencia a la Ciudad de Buenos Aires, y a las provincias de Córdoba y Mendoza.
Asimismo Fernández aseguró que la suspensión de la presencialidad responde a la movilidad de personas que genera esa actividad y que, en el Área Metropolitana de Buenos Aires, representa “al 35% de la gente”. “La Ciudad lo sabe, ¿si no volvería todo, no?”, planteó Fernández en una clara referencia al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
En esta misma línea se mostró esperanzado por los resultados que se podrían obtener a partir de las restricciones dispuestas. Fernández dijo que los casos de coronavirus “deberían empezar a bajar mañana”, que los efectos se verán en dos semanas y que son como “consecuencia de la primera medida” en el marco de la segunda ola.
“Los casos, razonablemente, deberían empezar a bajar como consecuencia de la primera medida que tomamos. Los efectos del confinamiento los vamos a ver en dos semanas, pero la situación no es simple, es necesario seguir sosteniendo la menor circulación posible”, señaló el jefe de Estado en diálogo con Radio Splendid.