En una entrevista con Pablo Sirvén para su ciclo Hablemos de otra cosa (LN+), Soledad Silveyra abrió su corazón y revivió –con detalles– una dura situación personal que terminó con la muerte de su hermano, su madre y más tarde, su abuela.
"Mi mamá creyó que había matado a mi hermano y se suicidó"
Por Mauro Bacca
"Mi abuela me crió, fue fundamental en mi vida. Mamá es todo un capítulo, me llevaría mucho tiempo contarlo. Fue una madre que no pudo, a la que aprendí a perdonar y comprender con los años. Me crié sola con mi primo Jorgito, que vivía con nosotros, fue un hermano mayor para mí", comenzó la actriz.
Y siguió: "Me hice cargo de mi hermano Máximo porque mamá no podía educarnos y él era 10 años menor que yo. Nunca me voy a olvidar, cuando muere mi hermano de VIH, me dice la Picchio (Ana María Picchio): «Lo que pasa es que vos estás así porque a vos no se te murió un hermano, se te murió un hijo», y creo que fue así".
Luego, Solita habló sobre la muerte de su madre, que se suicidó a los 50 años: "Mi mamá y mi hermano se fueron a La Rioja. Mi hermano era bisexual, tenía tanto novias mujeres como parejas varones. Yo nunca entendí la bisexualidad, pero bueno, obviamente respeto a todo el mundo. Se lo llevaron allá porque mi mamá no pudo soportar que su hijo fuera homosexual, después él oficialmente lo declaró", relató.
Y contó los pormenores: "Parece que hubo una discusión donde mamá saca un arma y dispara contra mi hermano, él sale corriendo y se tira en una zanja. Ella pensando que había matado al hijo, da vuelta el arma y se pega un tiro".
"Hay otra versión que me llegó y dice que no fue así, sino que mi abuela cuando ve que mamá le dispara a su hijo, mi abuela le dispara en la espalda a mi mamá. Este comentario me llevó mucho tiempo porque no sabía qué hacer: investigar, quedarme con lo que me dijo mi hermano y mi abuela toda la vida, porque ya no tengo ninguno vivo, los tres se me fueron. Fue un momento realmente muy traumático", aseguró.
"Me costó mucho volver a buscarla. Tuve que esperar a que mi abuela muriera para ponerla juntas porque ella amaba a su hija, a pesar de todas las macanas que podría haber hecho mamá. La amaba y la defendía. Hacía todo por su hija y eso lo entendí siempre", concluyó Soledad Silveyra.