La variante Delta duplica el riesgo de hospitalización por coronavirus en comparación con la variante Alfa entre las personas no vacunadas o parcialmente vacunadas, según un nuevo estudio británico publicado este viernes.
La variante Delta duplica el riesgo de hospitalización
La variante Delta se notificó por primera vez en la India en diciembre de 2020 y los primeros estudios determinaron que era hasta un 50% más transmisible que la variante que había ganado predominio en todo el mundo, conocida como variante Alfa, identificada por primera vez en Kent, Reino Unido.
El estudio publicado en la revista The Lancet, es además la mayor investigación realizada hasta la fecha en el que se analizaron más de 40.000 casos de coronavirus de Inglaterra entre el 29 de marzo y el 23 de mayo de 2021.
Los investigadores informaron que el riesgo de asistencia a urgencias o de hospitalización fue 1,5 veces mayor para las personas infectadas con la variante Delta en comparación con la variante Alfa.
Según Gavin Dabrera, epidemiólogo del Servicio Nacional de Infecciones de Salud Pública de Inglaterra y uno de los autores principales de la investigación, el estudio confirmó los hallazgos anteriores de que las personas infectadas con Delta tienen una probabilidad considerablemente mayor de requerir internación que las que tienen Alfa.
Aclaró que la mayoría de los casos incluidos en el análisis no estaban vacunados o tenían una sola dosis inoculada.
"Ya sabemos que la vacunación ofrece una excelente protección contra Delta y, dado que esta variante representa más del 98% de los casos de coronavirus en el Reino Unido, es vital que quienes no hayan recibido las dos dosis, lo hagan lo antes posible", enfatizó.
También alertó que los resultados del estudio sugieren que los brotes de la variante Delta pueden suponer una mayor carga para los servicios sanitarios que los de la variante Alfa, especialmente en personas no vacunadas y otras poblaciones vulnerables.
Y destacó que es el primero que informa sobre el riesgo de hospitalización para las variantes Delta y Alfa basándose en los casos confirmados por la secuenciación del genoma completo, que es la forma más precisa de determinar la variante del virus.
Anne Presanis, una de las autoras principales del estudio y estadística principal de la Unidad de Bioestadística de la Universidad de Cambridge, sostuvo que el estudio puso de manifiesto que en ausencia de vacunación cualquier brote de Delta supondrá una carga mayor para la asistencia sanitaria que una epidemia de Alpha.
"La vacunación completa es crucial para reducir el riesgo de infección sintomática por Delta de un individuo, en primer lugar y, lo que es más importante, para reducir el riesgo de enfermedad grave e ingreso hospitalario de un paciente Delta", alertó.
En Inglaterra
En el Reino Unido, el país líder en vacunación, no escapa el escepticismo que tienen millones de británicos contra las vacunas, que cuestionan no solo la eficacia de las mismas, sino también sus prácticas de desarrollo, estándares de seguridad y objetivos.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS), alrededor de 1 de cada 6 (17%) adultos de entre 16 y 29 años dijo tener dudas sobre las vacunas; esta cifra es la más alta de todos los grupos etarios.
Actualmente, las personas vacunadas en el Reino Unido con la primera dosis ascienden a 47.792.552, y con la segunda a 42.072.712.
Síntomas y propagación
Actualmente, la variante Delta del coronavirus es la que más preocupa a las autoridades sanitarias de todo el mundo. Se trata de una mutación más contagiosa que la original, lo que aumenta el riesgo de propagación del patógeno entre las personas.
Ahora, un análisis realizado a causa de un brote en la ciudad china de Guandong ha permitido descubrir cuándo comienzan los síntomas de esta cepa. Según el estudio, los contagiados con Delta tienen más posibilidades de expandir el virus antes de desarrollar indicios que las personas infectadas con otras variantes.
Así lo asegura Benjamin Cowling, epidemiólogo de la Universidad de Hong Kong y coautor de la investigación publicada en la revista Nature: "Es más difícil detenerlo". Para llegar a esta conclusión, analizaron datos de las pruebas de 101 personas en la urbe asiática que se infectaron entre mayo y junio.
La información obtenida les permitió corroborar que los afectados tuvieron síntomas 5,8 días después de la infección con la variante Delta, 1,8 días después de que dieron positivo por primera vez. Eso dejó casi dos días para que las personas liberaran ARN viral antes de que mostraran algún signo de coronavirus.
Asimismo, encontraron que las personas infectadas con Delta tenían concentraciones más altas de partículas virales o carga viral que las personas infectadas con la versión original de SARS-CoV-2: "De alguna manera, el virus está apareciendo más rápido y en mayores cantidades", recalca Cowling.
Los datos mostraron que el 74% de las infecciones por Delta se produjeron durante la fase presintomática. Según Barnaby Young, médico especialista en enfermedades infecciosas del Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas de Singapur, esta alta tasa "ayuda a explicar cómo esta variante ha podido superar tanto al virus de tipo salvaje como a otras variantes para convertirse en la cepa dominante en todo el mundo".
Otro estudio anterior de Cowling, previo a la aparición de la variante Delta, detallaba que las personas infectadas tardaban un promedio de 6,3 días en desarrollar síntomas y 5,5 días en dar positivo en la prueba diagnóstica.