Ser parte de la historia de un club es un sueño que persigue cualquier jugador de fútbol. Ya sea por los títulos obtenidos, los partidos jugados o la devoción de los hinchas, dejar una huella indeleble en la memoria de los fanáticos es uno de los logros más valorados en la carrera de un futbolista.
Jaime Sarlanga: ¿Debería ser considerado el segundo máximo goleador de Boca Juniors?
Con 129 goles en 220 partidos, Sarlanga dejó una huella profunda en la historia del fútbol argentino, destacándose en la era profesional y superando a figuras legendarias
En Boca Juniors, uno de los clubes más grandes de América, han jugado grandes goleadores a lo largo de los años. Si bien es indiscutible que Martín Palermo ocupa el primer lugar en la lista de máximos artilleros, la cuestión que se plantea es si Jaime Sarlanga debería ser considerado el segundo goleador histórico de Boca, por encima de otros nombres ilustres.
¿Quién fue Jaime Sarlanga?
Jaime Sarlanga nació el 24 de febrero de 1916 en Tigre, provincia de Buenos Aires. Pocos conocen detalles profundos de su vida personal, pero se sabe que se casó y tuvo un hijo, que sería el padre del empresario Juan Pablo Sarlanga, quien, con su esfuerzo y trabajo, ha logrado mantener vivo el legado de su abuelo en el fútbol argentino.
El inicio de la carrera futbolística de Sarlanga estuvo marcado por su paso por el Sportivo Delta de Tigre, donde debutó en el fútbol profesional a los 18 años. Pronto llamó la atención de otros clubes y fue contratado por el Club Atlético Boca Juniors en 1940. En ese entonces, Boca estaba en una etapa de transición entre la época amateur y profesional, y Sarlanga, como delantero centro, logró marcar una diferencia considerable. Su capacidad para convertir goles rápidamente lo convirtió en una pieza clave en la ofensiva del equipo, lo que le permitió ser parte fundamental de varios títulos de liga y copas nacionales.
El paso de Sarlanga por Boca Juniors: Un goleador en su mejor momento
Durante su tiempo en Boca Juniors, Jaime Sarlanga disputó 220 partidos, logrando anotar 129 goles, lo que lo sitúa como uno de los máximos artilleros del club. Este número es significativo si se considera que la historia de Boca está llena de figuras destacadas como Roberto Cherro, Francisco Varallo y Martín Palermo, por solo mencionar algunos.
En cuanto a su desempeño en las competiciones nacionales, Sarlanga fue fundamental en la obtención de tres títulos de liga: el Campeonato de Primera División de 1940, 1943 y 1944. Además, fue parte de equipos que ganaron la Copa Carlos Ibarguren en 1940 y 1944, y la Copa de Competencia Británica en 1946. Aunque la diferencia de goles con otros grandes goleadores de la historia de Boca es considerable, especialmente con Martín Palermo, el abuelo de Juan Pablo Sarlanga es recordado como uno de los artilleros más completos de la historia del club.
¿Debería Jaime Sarlanga ser considerado el segundo máximo goleador de Boca Juniors?
En la historia del club, varios jugadores han sido destacados por su capacidad goleadora. Sin embargo, la cuestión que sigue siendo discutida es si Jaime Sarlanga debería ser considerado el segundo máximo goleador de Boca, una posición que, tradicionalmente, ha estado ocupada por nombres como Francisco Varallo, Roberto Cherro o Domingo Tarasconi.
Si bien el nombre de Martín Palermo es indiscutido en la cima de los goleadores de Boca Juniors, debido a su impactante cifra de 236 goles, lo cierto es que los otros jugadores de la historia de Boca, que ocuparon los puestos más altos, jugaron en una época completamente diferente, la del amateurismo. Es por eso que muchos analistas consideran que, si se toma en cuenta solo la era profesional, el abuelo de Juan Pablo Sarlanga podría ocupar legítimamente el segundo lugar, dejando atrás a figuras históricas como Varallo, Cherro y Tarasconi.
La diferencia entre los goleadores del amateurismo y los del profesionalismo no solo está en los tiempos y reglas del fútbol, sino también en el nivel de competitividad de los torneos. El fútbol profesional, con un nivel de exigencia más alto y una mayor profesionalización, dificultó considerablemente la tarea de convertir goles. Así, mientras que los jugadores de la época amateur disfrutaban de un contexto menos competitivo, el desafío de los jugadores del profesionalismo era mucho mayor. Esto, en muchos casos, puede explicar por qué algunos de los grandes goleadores de la historia de Boca Juniors, como Sarlanga, no tienen los mismos números que aquellos que jugaron en los años 20 o 30.
Si se toma en cuenta únicamente la era profesional, Jaime Sarlanga ocuparía el segundo puesto, con 129 goles, por encima de nombres como Roberto Cherro (218 goles), Francisco Varallo (194 goles) y Domingo Tarasconi (191 goles). De esta forma, el legado de Sarlanga sería aún más relevante al comparar su rendimiento con los de otros goleadores de épocas posteriores.
Otros números de Jaime Sarlanga en Boca
Además de su impresionante cifra de 129 goles en partidos oficiales, Jaime Sarlanga también destacó en copas nacionales e internacionales con Boca Juniors. En total, marcó 12 goles en copas nacionales, ocupando el séptimo lugar en la lista de máximos goleadores en esta categoría. En cuanto a competiciones internacionales, logró anotar 3 goles, lo que lo coloca en el puesto número 47 en este rubro.
Sarlanga también fue convocado a la Selección Argentina en varias ocasiones, aunque su paso por la Albiceleste fue breve. En 7 partidos jugados, consiguió 5 goles, lo que demuestra su capacidad goleadora incluso a nivel internacional.
El legado de Jaime Sarlanga: Más allá de los números
Si bien los números de Jaime Sarlanga hablan por sí mismos, su legado va más allá de las cifras. Su nombre es recordado por los hinchas de Boca Juniors como un símbolo de dedicación, esfuerzo y calidad. A pesar de no haber alcanzado la fama internacional de otros futbolistas de su época, su contribución al club de la Ribera fue fundamental para los logros de Boca en la década del 40.
Hoy en día, la figura de Jaime Sarlanga es evocada por su nieto, Juan Pablo Sarlanga, quien sigue transmitiendo el legado familiar y manteniendo viva la memoria de su abuelo. En un fútbol donde los grandes goleadores no siempre reciben el reconocimiento que merecen, el caso de Sarlanga demuestra que el reconocimiento de su lugar en la historia de Boca no puede depender solo de los goles, sino también de la trascendencia de su carrera.