Lunes 03 de Diciembre de 2018
Una locura se vivió en la Liga Totorense. Es que Sportivo Rivadavia de Centeno debía visitar a Defensores de Centeno, en el encuentro revancha de la final.
Antes de comenzar el encuentro el plantel visitante fue agredido con alcohol, y el más perjudicado fue el jugador Diego Gutiérrez, a quien le ingresó en sus ojos y quedó muy dañado.
En el encuentro de ida, Sportivo había ganado 1-0 con un polémico penal, y luego del mismo Gutiérrez había realizado duras declaraciones, donde entre otras cosas había tildado de "pelotudos" a los jugadores de Defensores de Centeno.
Fue entonces cuando el árbitro Jorge Baliño, quien también dirige en las principales divisiones del fútbol profesional, decidió suspender el encuentro debido a que los dirigentes de la institución visitante decidieron no jugarlo.
Ahora la decisión de cómo continúa la historia quedará en manos del Tribunal de Penas de la Liga Totorense.
Fuente: Sin Mordaza