El pasado 29 de agosto, Carlos Delfino cumplió 38 años y lo celebró a la distancia, desde Pesaro, su nuevo equipo de básquet, con el que recientemente ya disputó 6 partidos oficiales por la Supercopa de Italia.
Carlos Delfino: "Me estoy divirtiendo jugando al básquet"

Carlos Delfino se mostró muy contento con seguir jugando al básquet.
El Cabezón charló con APREBA en un Instagram Live y en el inicio apuntó que “se está viviendo de manera tranquila y normal, uno por momentos no se da cuenta de lo que está pasando, venimos de estar en una burbuja, socialmente asusta ver gente que se olvida de ponerse una máscara, no hay vacuna y acá llegó el calor, hay que agarrarle la mano a esto, hay que seguir alerta”.
Más adelante, confesó que “elegí Pesaro por Jazmin (Repesa), que él sea el entrenador absolutamente facilitó todo, es la persona indicada para que pueda seguir jugando, me conoce dentro como fuera de la cancha, sabe que lo hago porque me gusta, el estar cerca de mi familia ayuda un montón. Me siento una parte importante esto y eso hace que tenga las ganas de seguir trabajando, mejorando y ayudando a que todo salga de la mejor manera”.
Hace pocos días, se celebraron 16 años de la gran conquista en Atenas, con Delfino como uno de los protagonistas de aquel acontecimiento histórico. Al respecto, el exjugador de Unión disparó: “El chat de la Generación Dorada lo agité un poco yo, con las fechas y que era mi cumpleaños, los chicos festejamos esa medalla, hasta el aniversario de la pelota que perdió Manu. Siempre estamos en contacto, lo más importante es que la unión del equipo sigue, la parte humana es lo que quedó y es por eso que ganamos algo importante, eso fue lo que nos permitió llegar tan lejos”.
El paso de los años también representa saborear aún más el ORO olímpico, por eso el Cabezón consideró que “uno tuvo la suerte de participar en un grupo que hizo historia. Los más chicos, lo que no lo vieron, respetan mucho el resultado, de lo que sigue hablando la gente de ese grupo, lo que se logró. Eso me hace inflar más el pecho, uno a esta altura está más viejito y trata de pregonar en los grupos de los más jóvenes, hay que buscar el resultado del grupo y cuando llega cada individuo se potencia, todo nace como deporte de grupo”.
En otro tramo de la charla, cuando tuvo que recordar la serie de lesiones que lo dejaron un par de años fuera de combate, el Cabezón no dudó en decir que “yo tiré la toalla, personalmente y lo digo siempre, no me hace más débil ni un perdedor, mi cuerpo no respondía y emotivamente estás cansado de rebotar contra operaciones sin poder resolver el problema, son los momentos que la llama no se había apagado, fue algo nostálgico y me hizo volver a darme cuenta que lo podía demostrar, lo hago porque los que me quieren, los que entendieron mi guerra interna por volver y demostrármelo a mí mismo. El camino fue durísimo y siguen pasando cosas, después de una operación si te cuesta, imaginate después de las que me hice juntas, las molestias o los achaques musculares están siempre. Quedan las ganas, recuerdos de porqué lo hago y ese combustible para luchar a volver a ser, me divierto jugando al básquet”.
Precisamente esos contratiempos le impidieron continuar en la NBA, donde es uno de los tres argentinos con mayor presencia detrás de Ginóbili y Scola. Al respecto apuntó: “Me faltó decidir cuando era mi último partido, mi último tiro o saber que me quedaba sin contrato y no jugaba más, es la gran nostalgia, nunca me gustaron los números, si me encanta el hecho de poder decir que más allá de las lesiones yo puedo contar de vivir mi sueño con ojos abiertos, todo lo que trabajé dio sus frutos. Estuve al lado de los más grandes, al estar en un nivel tan alto es difícil ponerse objetivos, pero pasé de mi mejor sueño a la peor pesadilla, sentirme cómodo ahora es algo muy lindo. Facu (Campazzo) tendría que estar ahí, es Deck, Bolmaro, Vildoza, no se sabe quien tiene el número en la fila, cada uno va a llegar. Se lo tienen merecido y es encontrar el novio, todos sabemos que Facundo tiene nivel y jerarquía para dar el salto ya”.
Todos aquellos que siguieron la entrevista preguntaron y motivaron a Delfino para que pueda ponerse la camiseta de la Selección Argentina en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. Algo que también mantiene vivo al escolta santafesino: “Estoy jugando, soy jugador activo y nunca me retiré, eso no hace que estoy exigiendo un pasaje a Tokio, el técnico siempre llevó los mejores 12, siempre está bien que haya sido así, me dedico a entrenarme y estar bien, estar sano, si Sergio (Hernández) piensa que puedo estar camino por las paredes, me estoy divirtiendo jugando al básquet y me encantaría, soy respetuoso con los jugadores que ganaron cosas, lograron un equipo formado y que no necesita grandes cambios, en el último Mundial me pasó, con los mas grandes hablábamos y después salimos a correr de tanta adrenalina, te convertís en parte de lo que estás viendo a pesar de no estar ahí: ojalá se pueda dar, está fuera de mi control, me entreno y trato de darlo todo por Pesaro, si va bien y llega una llamada mucho mejor”.
Al compartir la misma competencia, Delfino también contó algunos detalles de sus permanentes charlas con el capitán de la Selección Argentina, Luis Scola: “Hace poco me reía porque soy capitán de Pesaro, me tenés que dar un consejo le dije porque nunca fui capitán en un equipo como él, que sigue haciendo historia y lo hará toda la temporada. Puede jugar uno, dos o tres años más. Tenerlo como amigo y disfrutar cuando lo veo es muy lindo, me infla el pecho como compañero y ladero de él en muchas batallas”.
En el tramo final, Delfino prefirió enfocarse en sus objetivos venideros a tener que pensar en el retiro oficial, al apuntar que “es una pregunta que no me impongo ni me la hago, por una cuestión de edad y que van pasando cosas, me siento a una mesa y el diálogo con mis compañeros no es del chat de la Generación Dorada, los intereses de mis compañeros de 21 años no son los míos con 38, estoy más para sentarme en la mesa de dirigentes y por ahí me pregunto que hago acá. Cuando estoy adentro de una cancha me siento como uno de 20, que me estoy diviertiendo, ese el motivo por el cual me pongo los cortos y las botitas, no pienso en dejar, en abandonar por lo pronto, no hay señal en mi cuerpo que quiera dejar de jugar, a pesar de no estar apto a un nivel alto algún día, seguramente en algún lado seguiré picando la pelota y entrenándome. El basquet es una parte muy importante en mi día”.