Ricardo Centurión no escarmienta. Ni siquiera la condición de marginado a la que está condenado en Racing lo hace reaccionar. El volante, quien entrena en la reserva, se metió en un nuevo lío, que pone en serio riesgo su continuidad en el club.
Centurión llegó en mal estado y se agarró a piñas en la práctica de reserva
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En una entrevista reconoció que le gustaba mucho frecuentar boliches y bares por la noche y al parecer llegó en malas condiciones al entrenamiento de este jueves, con un claro en estado de ebriedad, y tras tener un altercado con el juvenil Juan Cáceres se tomaron al golpes de puños.
Algunos allegados a la Academia aseguraron que Ricky llegó con una euforia poco habitual y en la entrada en calor comenzó a bromear a los jugadores que se encontraban en la cancha. Así, el chico al que apodan el Paragua reaccionó ante los chistes intensos y reaccionó con una trompada
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No es algo nuevo, ya que su comportamiento fue empeorándose en lugar de mejorar y por eso en Racing analiza rescindirle el contrato. Por lo pronto, también será apartado también de la divisional, quedándose sin lugar para moverse en algo que atenta con la progresión de una carrera que se le vino a pique.