Para muchos es el mejor primera línea que tuvo el rugby argentino, y el término indicado es primera línea porque en una trayectoria notable de quince años en Los Pumas empezó de pilar izquierdo, con solo 18 años, fue figura como hooker y se retiró, nada menos que ante los British Lions, jugando de pilar derecho. Siempre es un placer hablar de rugby con Federico Méndez.
"El rugby de hoy es bastante monótono"
Su primera impresión, sobre la actualidad del juego, no es tan positiva: "Está un poco aburrido. Hoy el 100% de los jugadores de nivel internacional están al límite de su capacidad física y al ser un deporte de contacto hay muchos golpes, pero además el juego se ha puesto muy monótono, parecido al rugby league. Hay mucho contacto y pocas variantes. También en todos los niveles hay mucha obediencia, demasiada. Es como que hay pocos lugares para mucha gente y entonces los que están no se animan a sacar los pies del plato, como que tienen miedo de salirse de la estructura para no quedar afuera".
En el mismo tono, el hombre del Mendoza RC analizó: "Siguen prevaleciendo las defensas y todos juegan a lo mismo, entonces todo se ha equiparado, por ahí hacia abajo. Resulta medio monótono ver los partidos, no es un rugby tan entretenido y es como que faltan estrellas. Esto lo digo con todo respeto y viéndolo un poco por encima, porque hoy estoy afuera".
Mario Ledesma, Gonzalo Quesada, los hermanos Fernández Miranda, son todos ex compañeros de Méndez en Los Pumas y hoy están a cargo del seleccionado nacional. Así los ve el mendocino en su función: "Los veo muy bien, con el nivel y la experiencia necesaria. Fue muy buena la decisión de Mario de llevar a Nico para interpretar mejor la idiosincracia del jugador argentino, Gonzalo Quesada viene también con una experiencia muy grande. Creo que es lo mejor que podemos echarle al asador. Por ahí hay 2 o 3 más a ese mismo nivel, pero mejor que ellos no hay nadie para esos puestos".
El scrum argentino
Las falencias del scrum argentino son un tema recurrente y Federico Méndez es una voz más que autorizada sobre el tema: "Es una suma de muchos factores. Hay falta de jugadores, por lo mismo que hablábamos antes. Los jugadores van de Los Pumitas a Los Pumas y la franja de jugadores de 25-26 años es como que está muy alejada. Después la UAR tuvo en su bajada de línea, en el proceso de formación de jugadores, un scrum francés (con Emiliano Bergamaschi) con detalles como los segundas líneas agarrándose por abajo. Y por último, en los clubes durante años se le dejó de dar importancia, se dejaron de formar jugadores y entrenadores de scrum".
Sobre las soluciones que ve factibles, indicó: "La clave está en la técnica de empuje coordinado y a eso después hay sumarle la adaptación a las reglas nuevas, el buen uso del canal 1 y otras variantes. Por lo que veo hay mucho por mejorar. También es cierto que no hay tantos grandes pilares como hubo en otras épocas, pero se puede mejorar. Hoy, más alla de dominar en el scrum, si lo perdés es una fuente de penales en contra que es tremenda y además el jugador argentino, por idiosincracia, si pierde el scrum pierde psicológicamente la posibilidad de dominar el partido".
La piña histórica en Twickenham
"Fue una locura. Yo tenía 18 años, había debutado una semana antes en Irlanda y era la última gira de Hugo Porta. Éramos las dos novedades, Hugo porque tenía casi 40 años y yo porque tenía 18. Fue algo muy fuerte, todavía iba al colegio y estaba jugando en Twickenham frente a 50.000 personas".
"Hoy lo mirás en contexto y habían pasado solo 8 años de la Guerra de Malvinas y éramos el primer seleccionado nacional que jugaba en Londres. Yo, por supuesto, no tenía idea de todo eso y me mandé la macana de mi vida. Pensé que me echaban para siempre. Entré en el denominado estado de emoción violenta, me comí una patada en la cabeza, perdí los estribos y al primero que vi se la puse. No es excusa, estuve muy mal y me sirvió de aprendizaje".
Fuente: Juan Pablo García (UNO Medios)
Fotos: UNO Medios - Grupo América.