Las divisiones infantiles del CRAI se pusieron en movimiento esta semana. Fue tras la reciente habilitación que hubo desde el gobierno provincial para menores de 12 años ante la irrupción del Covid-19, el pasado 13 de marzo. Las nuevas medidas sanitarias, pero especialmente la emoción y los nervios de verse nuevamente marcaron la jornada de reapertura.
Las Gitanitas de CRAI regresaron a las prácticas
Cerca de 80 chicas se hicieron presentes a la vera de la autopista. Además de practicar el deporte que más las apasiona, se divirtieron ampliamente. Ellas fueron las protagonistas, que como hace tiempo no se veía, disfrutaron y se volvió a escuchar las risas en CRAI. Victoria Etcheverry es la coordinadora de Infantiles y Sub-12 de la institución. Junto a ella, colaboran integrantes del plantel superior “gitano”.
“Después de tantos meses, el reinicio de las prácticas para nosotros, los formadores, era lo que más esperábamos. Como docente y madre, fue el encierro más injusto. Todas las actividades que se programaron para ellos, en los diferentes grupos, no estaban habilitadas. Los chicos sufrieron demasiado. Tanto las infantiles como los padres esperaban esta reapertura y colaboraron inmediatamente cuando se resolvió la medida. El club en 48 horas resolvió la autorización de parte del municipio para abrir las puertas a esta franja etárea”, manifestó la referente.
Un regreso bien explosivo
La cantidad de chicas se acrecentó para CRAI, sobre todo entre las más pequeñas. “Con esta medida para menores de 12 años, gran parte de las nenas volvieron al club. Se sumaron chicas que, debido a la pandemia, estuvieron muy sedentarias y arrancan con esta actividad. También se incorporaron nenas de otros ambientes como de colegios donde se daba hockey pero por la pandemia, no tienen actividad y quieren jugar si o si” afirmó Victoria Etcheverry.
Para las niñas, son días de adaptación. “En esta primera semana de prácticas, se la pasaron charlando. Se miraban y estaban todas emocionadas. Obviamente, que terminaron muy extenuadas después de volver a entrenar tras tanto tiempo sin hacerlo. La pandemia dejó secuelas físicas, cada una la llevó como pudo”.
La coordinadora de Infantiles remarcó la ilusión de la vuelta. “Ampliamos la franja horaria de infantiles para desdoblar los grupos que no son mayores de 10/12 nenas. Todas trabajan con distanciamiento. Tengo una relación muy especial con las nenas. Existe un vínculo que me emociona: desde entrenarlas, charlar con ellas, verlas corriendo por la cancha. Van antes de los entrenamientos, juegan a las escondidas, se meten a las prácticas de las otras divisiones, no usan celulares ni tablets. Es una gran alegría verlas nuevamente en la institución”.
Protocolo a rajatabla
Los clubes fomentan la importancia de mantener las medidas de prevención. “Desde CRAI se diagramó la entrada de divisiones, tanto de hockey como de rugby, para que no haya acumulación de gente en la institución. En el ingreso, se piden datos personales, se toma la temperatura, se aplica alcohol y lo mismo hacemos con los elementos de entrenamientos”.
Una cuarentena difícil de llevar
Durante la cuarentena, el grupo de profes de CRAI mantuvieron e incentivaron el trabajo hacia las más pequeñas. “En principio, se realizaron videos y se hicieron algunos trabajos vía Zoom. Pero charlando con los padres, las nenas estaban muy cargadas de todo lo virtual. Se buscó incentivar a que no estén sedentarias y realizar actividad física con su familia”, sostuvo Etcheverry.
Paso a Paso
El staff de profesores afronta esta nueva etapa con ilusión, pero también con calma, prudencia y precaución. “Con el grupo de trabajo, nos planteamos como principal tarea la de la sociabilizar a las nenas. Queremos que ellas vuelvan al aire libre jugando, que aprendan el deporte de a poco. Haremos un repaso general gradual de lo que es técnica individual. Hace siete meses que no jugaban al hockey. Implementaremos una base física para que vuelvan a trotar y sus cuerpos se adapten nuevamente. No se puede arrancar al 100%, sino que debe ser un trabajo escalonado para que lo hagan sanamente. Estamos analizando junto a las autoridades de CRAI continuar durante el verano y armar como una Escuelita, que no se corte este trabajo, acomodar los horarios y que las nenas entrenen y, si es que habilitan, se puedan quedar a la pileta”.