River Plate y Boca Juniors jugarán desde las 17 el Superclásico de todos los tiempos, un partido excepcional y sin antecedentes en la historia, pues a la tradicional rivalidad que por defecto lo magnifica se le suma la puja directa por la Copa Libertadores, un factor que garantiza para siempre su perdurabilidad en la memoria del fútbol sudamericano.
Lo que hay que tener en cuenta de la gran final entre River y Boca
El árbitro será el uruguayo Andrés Cunha, de 42 años, junto a los asistentes Nicolás Taran y Mauricio Espinosa, también charrúas. El cuarto hombre será el peruano Víctor Carrillo y en el VAR el principal será otro oriental: Leodan González.
La tecnología podrá ayudar a Cunha en cuatro ocasiones durante los 90 o 120 minutos: goles (off-side, ingreso de la pelota y faltas previas), penales, jugadas de expulsión y confusiones de identidad.
Si el cotejo termina empatado en el tiempo reglamentario, se jugará un alargue de dos tiempos de 15 minutos -algo que no pasa en las fases anteriores- y de continuar la igualdad se definirá desde los doce pasos.
Un detalle no menor, el VAR intervendrá en los penales: será ante adelantamientos de los arqueros, infracciones del pateador y la línea de meta.