Es el Mundial de los hinchas argentinos. El domingo último quedó demostrado en el Maracaná, con 45 mil almas con la camiseta celeste y blanca. El sábado se redoblará la apuesta en el Mineirao cuando la selección se enfrente a Irán. Los fanáticos de nuestro país comienzan a llegar a Belo Horizonte.
Los argentinos que más cerca duermen de Messi: acampan fuera del predio
Maxi Gutiérrez, de 25 años e hincha de Boca, y Franco Marchesi, de 24 y de River, son amigos. Hace tiempo, habían planificado venir al Mundial con un grupo más grande, pero al final se embarcaron solos en la aventura. Ellos son unos de los primeros hinchas que arriban a la ciudad donde el fin de semana jugará la Argentina y con una particularidad: decidieron acampar en la puerta de Cidade do Galo, la casa de la selección en la Copa del Mundo. Allí, pusieron la carpa y allí pasan las noches, soñando con conseguir algún ticket para el match ante Irán.
"Preguntamos si podíamos instalarnos y nos dijeron que no había problema. Acá, a la noche no pasa nada, sólo pasa la policía militar", cuenta Maxi. El predio de la selección, que pertenece a Atlético Mineiro, está situado al costado de la ruta. Queda en el kilómetro 21 de la Rodovía MG 424, en Jardim de Gloria, un barrio humilde de Vespasiano, en las afueras de Belo Horizonte. Es como si decidieran acampar en las afueras del complejo de AFA en Ezeiza, a la vera de la Ricchieri. Del otro lado del muro, en el tercer piso de la concentración, duerme la selección.
Maxi es de Neuquén y salió desde allí el miércoles 11 de junio con su Renault Magane. Lo busco a Franco en Córdoba, donde ambos se conocieron cuando estudiaban kinesiología, la profesión que los une. Entonces, siguieron la ruta rumbo a Brasil. Uruguayana, Curitiba, San Pablo para llegar el sábado a Río de Janeiro, donde la Argentina jugó el domingo ante Bosnia. El dinero no les alcanzó para pagar la alta reventa para ir al encuentro en el Maracaná, por eso lo siguieron desde el fan fest de Copacabana.
Anteayer, viajaron desde Río a Belo Horizonte por tierra y pusieron la carpa frente al predio. "Trajimos pastas secas y arroz desde la Argentina y también una garrafa. Cocinamos acá", cuentan los jóvenes, quienes lucen una bandera y consiguieron las firmas de algunos jugadores. "Ahora, queremos entradas. Vamos a tratar de hablar con algún dirigente. Fuimos los primeros en llegar, a ver si nos dan algo. El sueño está intacto", dicen los muchachos, cuya próxima parada, antes de volver a la Argentina, será Porto Alegre para intentar ver el encuentro ante Nigeria, el que cerrará la participación de la selección en el Grupo C.