Hospital Cullen: se fugó un violento asaltante
Por Juan Trento
Este viernes a las 1.30 se escapó un preso del Hospital Cullen en Santa Fe (sala de Urología), tras romper y forzar sus esposas, trepar hasta una ventana y romper un vidrio, todo ello mientras tenía custodia penal permanente. El evadido es M. N. H. de 21 años, quien había sido detenido en la noche del sábado 30 de mayo, por un grave hecho de inseguridad: después de asaltar un comercio, se enfrentó a tiros y resultó baleado. En consecuencia lo trasladaron al Cullen, lo operaron y quedó internado en observación.
Asalto frustrado
El protagonista de este hecho de inseguridad en Santa Fe, M. N. H. de 21 años, con un cómplice, llegaron alrededor de las 21.30 a la rotisería Riquísimo ubicado en Fray Cayetano Rodríguez al 3700 en Barranquitas. Sacaron sus armas apuntaron a los clientes y al propietario del comercio, pero se toparon con la presencia de un policía de civil, que se identificó como tal.
Los asaltantes, lejos de acatar la orden de detenerse y deponer las armas, escaparon corriendo. El agente los persiguió, uno de los delincuentes giró y disparó y aquel repelió la agresión. M. N. H. terminó herido y lo llevaron al Cullen.
Precisamente, esta madrugada se fugó del nosocomio público y desde entonces, es intensamente buscado. Mientras tanto, quien estaba de custodia deberá explicar cómo se produjo la huida.
La venganza
Vale recordar sobre el hecho de inseguridad en cuestión, que evidentemente, los maleantes y sus cómplices conocían previamente al propietario de la rotisería y no solo eso, sino que también la dirección de su vivienda en barrio San Pantaleón ubicado detrás del Cementerio Municipal de la ciudad de Santa Fe. Luego del suceso en el que el propietario no tuvo ningún tipo de relación, solo ser el dueño del comercio, varios desconocidos forzaron un portón, ingresaron en su casa, golpearon a su hijo de 10 años y a su hija de 14, luego los encerraron en una de las habitaciones y comenzaron a saquear todo dentro del inmueble. Pero, un familiar directo del propietario del comercio, que vive cerca de su casa, registró la anormalidad y llamó al 911. En cuestión de minutos llegaron uniformados que lograron recuperar las cosas robadas, porque los malvivientes escucharon la llegada de los patrulleros y escaparon.