Un niño de 2 años murió a raíz de las lesiones sufridas tras sufrir abuso sexual y una golpiza en 2019, en la localidad de Alejandro Korn, y por el ataque continúa prófugo su padrastro. Lucas Quirós, de apenas 2 años y 4 meses de vida, falleció en el Hospital de Niños “Sor María Ludovica” de La Plata, donde donde estaba internado desde el 4 de noviembre del año pasado luego de recibir un tremendo castigo físico de su padrastro.
Tras agonizar un año, murió un nene víctima de abuso sexual de su padrastro
El niño, que en ese entonces tenía 1 año y 3 meses, fue brutalmente golpeado y abusado sexualmente por Rubén Oscar Pérez en la casa que compartían en la localidad de Alejandro Korn, en el partido bonaerense de San Vicente.
El caso es investigado por la fiscal Karina Guyot, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de San Vicente, que a partir de la muerte del niño cambió la carátula de la causa a "homicidio agravado y abuso sexual", cargos que recaen sobre el imputado Rubén Oscar Pérez (40).
De acuerdo a los pesquisas, el ataque ocurrió en momento en que la madre de la víctima había salido a realizar unas compras. Al regresar, la mujer advirtió que su hijo no despertaba y que tampoco respiraba, versión que también le dijo el agresor, por lo cual de manera inmediata lo llevó de urgencia al Hospital Cecilia Grierson, de Guernica.
Según las fuentes, los médicos constataron que el paciente presentaba severas lesiones producto de un abuso sexual y una golpiza, por lo cual fue derivado al Hospital de Niños de La Plata, donde quedó internado en en terapia intensiva. A su vez, los médicos activaron el protocolo y alertaron a la Policía, que desde entonces comenzaron la búsqueda del acusado, cuyo paradero se desconoce.
Lucas Quirós pasó más de un año en terapia en La Plata a partir de las graves lesiones recibidas tras el ataque, mientras que el principal implicado por el hecho sigue prófugo.
Entre las datos siniestros de este caso, se agrega que mientras Lucas se mantenía internado en La Plata y Pérez prófugo, desde la clandestinidad el implicado le enviaba mensajes a su ex, en los que le comentaba el dolor que sentía por lo que le pasaba a Lucas, a quien llamaba “mi bebé”, e incluso amenazó con matarse si la madre del chico consideraba que él lo había violado.