El doctor Hugo Pizzi, epidemiólogo e infectólogo cordobés, resaltó que "no hay problemas" si se extiende el tiempo entre la aplicación de la primera y la segunda dosis de la vacuna, ya que el nivel de anticuerpos aumenta a medida que pasan los días.
Vacuna: según un especialista la demora de la segunda dosis "no es un problema"

Pizzi habló de la segunda dosis de vacuna
En diálogo con el programa Ahí Vamos (de 9 a 12 por FM 106.3 La Radio de UNO) afirmó que todas las personas que fueron vacunadas con la primera dosis de la Sputnik V tienen un 85% de protección a los 14 días, tras lo cual los anticuerpos comienzan a subir, para llegar a a 99,56% pasando los 42 días de la segunda dosis.
Si bien estos datos son muy alentadores, la novedad es que aquellos pacientes recuperados de coronavirus que se vacunan desarrollarían una protección aún mayor. “El trabajo que más impactó en el mundo, y despertó una serie de inquietudes, fue el que dice que, en todos aquellos que padecieron la enfermedad y después de superarla se vacunan, el índice de anticuerpos es enorme”, informó Pizzi.
En esta línea, el infectólogo describió resumidamente la creación de anticuerpos. “Cuando usted se enferma, el virus entra entero. Al organismo le pueden pasar dos cosas: o se muere, o supera la enfermedad. Cuando usted supera la enfermedad, queda registrado quién fue el agresor, cómo pasó, y qué características tenía. Eso se pone en la biblioteca de anticuerpos y es lo que se llama recuerdo o memoria inmunológica”.
Y continuó: “El que se hace cargo de controlar la biblioteca de todo lo que nos ha pasado desde que somos niños es el linfocito B. Ese es el que le da la orden a los otros linfocitos, los soldados defensores que patrullan constantemente el organismo”.
Pizzi explicó que ese recuerdo queda en células longevas que duran entre 30 o 40 años con la información guardada. “Pero si de pronto yo a los 30 días, 15, 20 me pongo la vacuna, ya no es el virus entero, es una fracción. Y hace una explosión de anticuerpos increíble porque apenas entra la biblioteca dice «a este lo conocemos, nos hizo daño hace poco»”.
Sobre esto, el experto insistió en que la ciencia avanza rápidamente y que al comienzo de la pandemia había muchas incógnitas sobre este tema y otro, pero ahora se sabe que la inmunidad contra el Covid sería prolongada. Y agregó que, desde el punto de vista inmunológico, se infería que iba a ser muy importante la inmunidad del que padeció y se vacunó.
“Igual que cuando hablé bien de la vacuna rusa y ahora todos se la quieren poner, fue suficiente que salieran trabajos en el extranjero que dijeran que lo que dijo Pizzi era cierto, y ahora todo el mundo apoya esta moción”, se quejó el doctor.
La efectividad de las vacunas
El reconocido epidemiólogo aseguró que el tiempo que pasa entre la primera y la segunda dosis de la vacuna no es un problema. “No infieren 90 o 30 días. Es más, la vacuna inglesa se estudió en todo el mundo y también acá, que si usted se alejaba del período ventana y en vez de hacerlo a los 30 días se iba a los 90 días cada vez subían más los anticuerpos”, dijo Pizzi.
En esta línea, reconoció que eran muchas las cosas que no sabían antes, y que “un académico de la nación tiene que ser humilde y tiene que decir las cosas como son. De esto no sabíamos nada, ni de la enfermedad”.
Apuntó por ejemplo, que la rinitis se incorporó como signo de Covid hace cinco días, luego de inferir estadísticamente de las historias clínicas. “Es una conformación clínica de un virus desconocido, impredecible, y con una capacidad destructiva inimaginable”, remarcó.
Concluyó afirmando que con la vacuna inglesa se podría haber llegado a superar los 100 días y siempre iba a seguir siendo efectiva. “Pero ya está, ya llegaron 4.800.000, se está colocando día y noche. Con esto quiero decirle que eso ya está solucionado. Los que tenían el problema y estaban angustiados porque les faltaba la segunda dosis de Sputnik V: tranquilos porque ayer llegó la partida y porque ya se fabricará en el país”.
“El otro dato interesante es que se compraron tres millones más de vacunas Sinopharm”, dijo Pizzi.
Sobre la durabilidad de la Sputnik V, el epidemiólogo comparó a la vacuna contra el coronavirus con las que hizo el Instituto Gamelaya en 2015 contra el ébola y contra el MERS. “Duraron dos años y yo creo que esta vacuna va a ser parecida porque la plataforma es idéntica”.
Gestionar la pandemia
Sobre los casos de trombofilia en Noruega producto de la aplicación con la vacuna de Oxford, el experto aseguró que sobre 13 millones de vacunas, en Argentina no hemos tenido algo parecido y opinó que las vacunas que llegaron al país son buenas.
También marcó que la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH) pidió que no se suspenda la vacunación. Su opinión es que “son peleas geopolíticas, las mismas que tenemos acá pero a nivel internacional”. Y amplió: “La vacuna de Oxford (AstraZeneca es el laboratorio) sale 2,7 dólares. Las otras valen 40, 50, 30, la más barata que tenemos es de 22. Entonces, hay peleas económicas”.
“La prueba evidente estará cuando empiecen a salir vacunas al concierto mundial (faltan 80 en salir). Ya se está transformando la demanda en oferta”, aventuró.
El doctor Pizzi reflexionó sobre la pandemia y afirmó: “Nunca he vivido una cosa así”. “Estuve en la epidemia del H1N1 en Buenos Aires; trabajé en la epidemia de paludismo en la zona del Amazona; trabajé en el protocolo del plasma con el cual se salvó mucha gente en la epidemia de ébola. Pero nunca viví una cosa como esta”.
“Hay muchos errores, tropiezos, pero es muy difícil poder estar en esta situación y poder salir a flote. Nunca nadie hubiese querido vivir esta situación. Ni los ministros, ni los no ministros, ni los médicos, ni los profesores, ni los académicos de la nación; y hay gente que lo niega, que los muertos no existen.
Contó que lo que más le preocupó durante todo este tiempo es el dato publicado por una encuesta que hizo la provincia de Buenos Aires y la replicó en todo el país el año pasado: “El 35% de la población no está ayudando; el 10% son los antivacunas y anticuarentena, los duros, el otro porcentaje es de los jóvenes, los indolentes, los de fiestas, los de reuniones.”
“Esa gente nunca nos prestó atención, nunca nos dio una mano. Yo estoy convencido de que si nos hubiera ayudado ese 35% el año pasado podríamos haber manejado muchísimo mejor y lo hubiéramos llevado al virus a una mínima expresión a fin de año”, se lamentó Pizzi.
Por último, consultado sobre la ley para la compra de vacunas, dijo que “los que manejan el tema son los que entienden, los que están en los ministerios, los que realmente están en la trinchera luchando y demás”, y que “he escuchado mucha fragilidad en cuanto a cualquier cosa que pueda suceder en el Congreso”.
“Mi opinión en el caso de la Pfizer es que han sido ingratos con nosotros, pero no conozco y a lo mejor aparece alguien que me dice «no, el problema era otro». Le dimos 6.300 voluntarios, un hospital de primera, una ley (porque nunca el Congreso fue tan rápido), y después. Con Sudáfrica pasó lo mismo, pero yo creo que va a aparecer alguna explicación o algo. Con respecto a las demás creo que ha sido un aprendizaje poder salir de esta tragedia”, finalizó.