Enrique Mammarella, rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), fue consultado por UNO Santa Fe al respecto de la recomendación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) acerca de que las carreras de grado deberían durar menos en Argentina.
Por el defasaje entre cursado y graduación, la UNL evalúa el rediseño de sus carreras
Por Rubén Sánchez
"En Argentina la posibilidad de ejercer profesionalmente está dada fundamentalmente sobre las titulaciones de grado, hay pocas de posgrado, están principalmente en Salud. En cambio en el mundo toda carrera que tiene cierta profesionalidad necesita una habilitación de posgrado. Sumas grado y posgrado y hablas de la misma duración teórica que en Argentina. Un abogado en España o Europa necesita el grado más un Master 2, un médico lo mismo, un ingeniero lo mismo. Las carreras son más cortas para una inserción laboral, pero son equivalentes a lo que aquí son las tecnicaturas universitarias que después no tienen habilitaciones profesionales de los colegios", explicó el rector, en diálogo con este multimedios.
Seguidamente, el rector señaló que "es difícil que Argentina cambie el modelo a llevar a la habilitación profesionales al posgrado".
Pese a esta aclaración, Mammarella señaló que existen dos problemas con el diseño actual de las carreras: la intensa carga horaria del cursado, y el defasaje entre la duración pensada y el tiempo que le lleva al estudiante obtener su título.
"Hay una presión con una idea de que en el grado tiene que estar incluido todo. Eso hace que las carreras en si, más allá que tengan por regulaciones una duración mínima establecida, tengan todas una carga mayor. Otro problema es la estructuración de esa currícula universitaria. La distancia de la duración real entre lo que termina llevándole a un estudiante recibirse y lo que estaba previsto es grande, hay un desfasaje importante. Entonces nuestras carreras terminan siendo largas porque son más largas que lo que deberían ser, pero fundamentalmente por organización, por lo que se le pide a los estudiantes, por como estan estructuradas", indicó Mammarella.
Para solucionar este problema, la UNL busca impulsar que, así como existe una cantidad de horas mínima definida por Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau), se establezca un tope de horas máximas.
"La otra cuestión es cómo se cuentan esas horas, en la normativa no está claro. Si las contamos solo como horas de cursado presencial, eso implica una cantidad de horas de estudio que hay que sumarle. Ahí está el tema de la organización diferente, a través de un sistema que permita medir diferente esa necesidad de cantidad de contenido que deben tener las carreras", señaló.
Presupuesto
Otra de las noticias vinculadas puntualmente a las universidades santafesinas fue la exclusión de nuevos fondos otorgados por Nación.
"Hemos hecho los reclamos. Primero a las autoridades fundamentalmente de Economía y Jefatura de Gabinete, sacaron una resolución que sea solo parcial cuando estuvimos trabajando hasta hace poco un presupuesto global y de todas las universidades. Y en todo caso, si hay necesidades, se tienen que hacer a través del área de educación y no desde la Jefatura de Gabinete" criticó Mammarella.
El rector señaló que "no hay una justificación clara" acerca de la decisión, y que "es no solo un incremento que deja afuera a más de la mitad, sino que a las que las incluye no guarda respeto por los tamaños de las universidades, y distorsiona el trabajo que hacemos entre las instituciones".
Pese a esto, Mammarella aclaró a UNO Santa Fe que "estos incrementos al presupuesto permiten hacer actividades para gastos corrientes, pero no son limitantes del funcionamiento normal de las universidades. Lo que va a afectar el desenvolvimiento va a ser la inflación".