Mariano Cassanello
Tomando del vaso medio lleno
“Mario es un tipo que hace mucho que está en Colón y que sufre demasiado por el club; creo que es fácil pegarle a un técnico de las inferiores y no tanto a uno de afuera que tiene espalda y chapa para responder. No creo que haya un técnico que tenga las ganas como él de ganar algo con Colón, pienso que se le pega mucho y hay que tener en cuenta que recién empieza y que es de las canteras de la institución”, expresó Sebastián Prediger en los vestuarios del estadio Mario Alberto Kempes luego de que el elenco rojinegro se impusiera por 1 a 0 ante Belgrano.
Sería bueno detenerse en las palabras del volante rojinegro para analizar fríamente la labor de Sciacqua al frente del plantel sabalero y preguntarse si a veces no se le exige demasiado o si en todo caso se lo mide con distinta vara en relación al trabajo de otros entrenadores con mucha mayor trayectoria.
Sin dudas que la derrota en el clásico marcó un antes y un después a la hora de evaluar la eficacia del cuerpo técnico que conduce Sciacqua ya que perder ante Unión significó un golpe durísimo en los hinchas que aún hoy no asimilan lo ocurrido ante el rival de toda la vida. De allí que todo se observe de manera diferente cada vez que se piensa en la campaña que viene protagonizando Colón en el actual Apertura.
No obstante, en estos casos hay que dejar de lado el costado pasional para desmenuzar de modo analítico lo hecho en estas 13 fechas por el plantel rojinegro que se encuentra en la 3ª posición de la tabla, a un punto del escolta que es Atlético de Rafaela.
Está claro que a excepción de Boca, el resto de los equipos están atravesados por las mismas deficiencias destacando escasas virtudes y la prueba de ello es que a esta altura del certamen el Xeneize le sacó nueve puntos de ventaja al escolta, hecho inédito en torneos cortos.
En este contexto debemos apuntar algunos aspectos positivos por parte del elenco rojinegro como por ejemplo que exceptuando a Boca y Racing que se mantienen invictos el equipo que menos partidos perdió es precisamente Colón, que cayó ante Unión y Boca y justamente después del Xeneize y la Academia que sufrieron tres y cuatro goles en contra respectivamente, la tercera valla menos vencida es la del rojinegro, que soportó nueve tantos en contra.
No son pocas virtudes para un equipo que en los últimos tiempos fue de los más goleados y que por ejemplo, en el último Clausura cosechó apenas 21 puntos, perdió 10 partidos y recibió 27 tantos, con lo cual uno de los objetivos para pelear arriba era bajar el número de goles en contra porque de esa manera se le iba a ser complicado superar los números de los últimos torneos.
Y en el Apertura 2010, Colón padeció 29 goles en contra, cayó en siete oportunidades y obtuvo 26 unidades con un triunfo agónico ante Newell’s en la última fecha con gol de Lucas Acosta.
En cuanto a lo personal, si hacemos foco en Mario Sciacqua, no podemos dejar de lado que está haciendo sus primeras armas como entrenador de Primera y que recién lleva 28 partidos dirigiendo a Colón contando aquellos en los que fue entrenador interino.
En consecuencia, y con lógica razón, podríamos decir que técnicos de la trayectoria de Miguel Ángel Russo, Ramón Díaz, Ricardo Gareca o el mismo Diego Simeone con sus respectivos equipos no lograron sumar más puntos que Sciacqua al menos en estas 13 fechas, con lo cual a veces parece desmedidas las críticas hacia el entrenador sabalero.
Es cierto que Colón debe jugar mucho mejor de lo que lo viene haciendo pero también es verdad que hoy lo comprende las generales de la ley, y con esto no nos referimos a que los hinchas deben conformarse con poco, pero en este fútbol tan parejo, casi sin desequilibrio a nivel individual, los partidos se definen por detalles y de allí las pequeñas diferencias evidenciadas entre los competidores en el transcurso de los 90 minutos.
A seis fechas del final, Colón tiene una cosecha de puntos aceptable, sin dejar de mencionar la obligación que tiene de jugar mejor. No obstante que no parezca poco lo hecho hasta acá ya que si se observa alrededor equipos que se armaron con las mismas o mayores pretensiones que Colón hoy miran desde abajo al equipo de Mario.