El Hogar Homimen, ubicado en Almirante Brown al 6900, es mucho más que una institución: es el hogar de 18 personas con discapacidad que, desde hace 30 años, encuentran allí cuidados, afecto y un espacio digno para vivir.
Sin fondos y al borde del cierre: el drama del hogar santafesino que cuida a personas con discapacidad desde hace 30 años
El hogar Homimen se convirtió en la casa de muchas personas que no tienen familia. Por la falta de actualización de aranceles de las obras sociales, atraviesa su peor crisis: tienen dificultades para pagar sueldos y cubrir gastos básicos. Aseguran que la salida depende del gobierno nacional.

A punto de cerrar y sin respuestas: el drama que vive un hogar que cuida a personas con discapacidad desde hace 30 años en Santa Fe
Pero hoy su continuidad pende de un hilo. La situación económica, agravada por la falta de actualización en los aranceles de las obras sociales, dejó al borde del colapso a la institución y a todo su equipo de trabajo.
“Ya no tenemos fondos, no sabemos cómo vamos a subsistir”, confiesa con angustia Marianela Landzettel, directora del hogar. La crisis escaló al punto de que este viernes deberán sentarse con el personal para comunicarles que no tienen cómo pagar los aguinaldos.
No se cubren los sueldos básicos
A pesar del esfuerzo constante, las campañas solidarias y el trabajo ad honorem de muchas personas, los ingresos no alcanzan ni siquiera para cubrir los sueldos básicos. El futuro del hogar, y de quienes lo habitan, es una gran incógnita.
“No son muchos los lugares en la ciudad preparados para recibir personas con problemas de salud mental. Muchos de nuestros residentes no tienen familia, y este lugar, literalmente, es su casa”, advierte Landzettel en declaraciones al programa "De10", que se emite por "LT10".
Y agrega que el Homimen no es solo una institución: detrás del funcionamiento diario hay más de 20 trabajadores que también sostienen sus hogares gracias a este empleo.
“Puntualmente lo que nos está pasando es que tenemos un problema económico, que en su momento era financiero”, explicó.
“Antes pensábamos en cómo subsistir hasta que las obras sociales nos pagaran. Hoy el problema ya es económico: los aranceles están desactualizados y lo que nos ingresa no alcanza ni para cubrir los sueldos”.
"No tenemos fondos, la situación es realmente compleja"
El hogar trabaja con PAMI, IAPOS e Incluir Salud. Según detalla Landzettel, IAPOS es la que hoy está más desfasada en términos de pagos, incluso por debajo de Incluir Salud y PAMI. Además, los pagos llegan con una demora de entre 60 y 90 días. “Eso genera un déficit constante mes a mes”, resumió.
A pesar del contexto, el equipo sigue adelante gracias a una red de apoyo comunitario. “Hasta ahora hemos estado haciendo beneficios, siempre hay gente que colabora. La comisión directiva, conformada por 12 personas, trabaja ad honorem y hasta ha hecho aportes personales para sostener el hogar. Pero hoy ya no tenemos fondos. La situación es realmente compleja”.
Landzettel describe con claridad los números que no cierran: todos los meses están por debajo del mínimo necesario para pagar sueldos, sin contar lo que implica sostener el funcionamiento diario de una casa en la que conviven 20 personas: servicios, impuestos, profesionales, actividades recreativas, insumos básicos.
Residentes desde hace 30 años
Con la voz quebrada, la directora del hogar no oculta su angustia: “Hay residentes que viven aquí hace 30 años. Hay familias que se sostienen gracias al sueldo de Homimen. Hay trabajadores que están acá desde hace dos décadas. Hemos pasado muchas crisis, pero esta es especialmente grave. No sabemos si vamos a poder seguir”.
Para Landzettel, la única salida real es una respuesta concreta desde Nación. “Si no hay una solución y se adecúan los aranceles que nos pagan por las personas con discapacidad, esto es insostenible. Es una cuestión millonaria mes a mes, y nosotros no podemos más”.
“Nos caracterizamos durante estos 30 años por sostener la calidad de vida de las personas con discapacidad. Es un derecho que no se puede perder. Hemos logrado un montón de cosas, no podemos retroceder. Apostamos a la comunidad, todo suma. Tengo fe y esperanza de que todo va a mejorar, pero hemos llegado a un límite”, concluyó.