El clima en Colón no solo es insostenible: es explosivo. La violenta noche del lunes, cuando el partido ante Mitre de Santiago del Estero fue suspendido a los 34 minutos del segundo tiempo por los graves incidentes protagonizados por la hinchada sabalera, podría ser el punto de quiebre definitivo en un club que viene en caída libre tanto en lo deportivo como en lo institucional.
Crisis en Colón: se esperan sanciones, renuncias y posibles rescisiones
Colón tocó fondo con lo que era su cuarta derrota consecutiva. Podría haber salidas de dirigentes, jugadores, del DT y sanciones al Brigadier López.
Por Ovación

El equipo perdía 1-0 y sumaba su cuarta derrota consecutiva. Pero la bronca y la frustración del público local se convirtieron en caos: proyectiles, alambrados rotos, intentos de invasión al campo de juego y una suspensión escandalosa que ahora abre múltiples interrogantes.
Renuncias, crisis interna y un futuro incierto
La primera baja oficial de la semana pasada fue la del director deportivo Iván Moreno y Fabianesi, quien dejó su cargo tras el pésimo presente futbolístico del club. Sin rumbo claro, su salida dejó acéfala una función clave para el armado del plantel.
El que también quedó fuertemente golpeado es el entrenador Andrés Yllana, que en su corto ciclo solo pudo cosechar dos triunfos: frente a Talleres de Remedios de Escalada y Defensores Unidos, los dos últimos del grupo. La derrota con Mitre (todavía faltaban más de 10 minutos para el final) y, sobre todo, la manera en la que se dio, expuso la falta de respuestas futbolísticas y anímicas del equipo.
A esto se suma una creciente presión sobre los dirigentes, quienes también están en el ojo de la tormenta. Víctor Godano, el presidente, fue blanco directo de los insultos y de banderas pidiendo su renuncia. El grito unánime que bajó desde las tribunas —"¡váyanse todos!"— refleja un hartazgo generalizado.
Según trascendió, no se descartan renuncias en masa en la Comisión Directiva en los próximos días. La crisis interna se agudiza en un club que hace poco más de un año jugaba en Primera División y hoy se ve consumido por el desorden y la desconfianza.
Jugadores bajo presión y posibles rescisiones
Las consecuencias del escándalo también podrían alcanzar a varios futbolistas. Lo ocurrido el lunes por la noche no solo generó miedo sino que abrió un fuerte debate interno: algunos jugadores estarían evaluando rescindir sus contratos, especialmente ante la falta de garantías para su seguridad y el clima hostil que se vive en el club.
Además, el vestuario se encuentra dividido, sin líderes claros ni referentes que contengan el golpe. El proyecto deportivo, si es que existe alguno, parece haberse derrumbado por completo.
El Brigadier López, en la mira del Tribunal
Otro punto crítico será la sanción que podría recibir el estadio Brigadier López. Los graves incidentes, con invasión tentativa de campo, agresiones y disturbios generalizados, exponen a Colón a una durísima sanción del Tribunal de Disciplina de AFA, que podría incluir desde la clausura del estadio por varias fechas, pérdida de puntos e incluso la quita de la localía en partidos futuros.
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El informe del árbitro Felipe Viola y el accionar de las fuerzas de seguridad serán claves para determinar la magnitud de la pena. Lo cierto es que el futuro inmediato de Colón no solo se definirá en la cancha, sino también en los escritorios.
Lo que viene en Colón es un reordenamiento profundo o el derrumbe total. La combinación de una crisis dirigencial, un cuerpo técnico debilitado, un plantel desmotivado y una hinchada al borde del colapso, deja a la institución santafesina en su momento más delicado de los últimos años. La pelota ya no alcanza. Se vienen horas clave.