Hace una semana, con la noticia de lo ocurrido en el bar Gente Que No, emplazado sobre bulevar en pleno barrio Candioti, donde un vecino arrojó una botella con hielo desde un edificio hacia los espectadores de una banda de rock que sonaba en vivo, se volvió a poner sobre la mesa de discusión la nocturnidad en la ciudad de Santa Fe, las habilitaciones, horarios y sobre todo, la convivencia con los vecinos.
Bº Candioti: "Tenemos que alcanzar un pacto de convivencia"
Durante la semana, en medio de clausuras y controles sobre bares de barrio Candioti, el ejecutivo municipal confirmó que se está trabajando en una nueva ordenanza para reemplazar la emergencia en nocturnidad decretada por el intendente Mario Barletta y que aún sigue vigente desde 2009.
En este contexto, este martes comenzará una serie de reuniones de trabajo con referentes vecinalistas de los barrio Candioti Sur y Norte para abordar el tema de la nocturnidad en una zona de la ciudad donde el polo gastronómico creció notablemente en los últimos años, concentrando casi el 25 por ciento de los bares, restó y heladerías de la ciudad.
"Con los vecinos que reconocen la institución vecinal como nexo de diálogo con el municipio, venimos hablando desde hace mucho tiempo respecto a la nocturnidad y el crecimiento de la misma en el barrio. Fuimos impulsando acciones para que los vecinos se involucren en el tema realizando las denuncias correspondientes por ruidos molestos", sostuvo a UNO Santa Fe, la presidenta de la vecinal de barrio Candioti Sur, Elsa Fernández.
"Tras la flexibilización de actividades y la vuelta a la normalidad, observamos un cansancio notorio por parte de los vecinos de combatir el tema de la nocturnidad, que vemos fuera de control por el escaso accionar del órgano de control de la municipalidad. Al notar la inacción en muchos casos del ejecutivo municipal, muchos vecinos del barrio comenzaron a judicializar algunas denuncias contra bares y restó", indicó la vecinalista.
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"Siempre impulsamos el diálogo con los vecinos y el tema nocturnidad, planteando la problemática sin el extremo de erradicar del barrio el polo gastronómico y buscando la forma de convivir sanamente, donde los vecinos puedan descansar tranquilamente y los bares desarrollar su actividad", referenció Elsa Fernández y continuó agregando: "La realidad es que tras la pandemia, muchos empresarios gastronómicos se pensaron con el derecho de salir fuera de las normas de convivencia y trabajo. Algunos bares se aprovecharon de esa situación para sumar más clientes sin tener en cuenta reglas de coexistencia".
"La nocturnidad en barrio Candioti es un descontrol"
"Le cuestionamos al ejecutivo municipal la falta de acción tras salir de la pandemia más dura con la normalización de las actividades y la nocturnidad, que hoy, a nuestro juicio, es un verdadero descontrol. Como no existen normativas claras, cada uno hace lo que quiere. Que un recital de música se realice en el corazón de una manzana sin que haya controles, es inaceptable", sentenció la referente de la vecinal Candioti Sur.
"El municipio estuvo con pocos reflejos de reacción ante un conflicto de intereses que veníamos marcando estaba en escalada desde hace tiempo, con actitudes de vecinos muy agresivas y que son totalmente repudiables. Creemos que no se midió la temperatura de la situación y se dejó pasar una oportunidad rápida para sentarse con todos los actores a dialogar", finalizó Elsa Fernández.
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