Por primera vez en más de seis décadas, la provincia de Santa Fe dio inicio este lunes a una Convención Constituyente para reformar su Constitución.
Convención Constituyente Día 1: el ACV de Oliveras, acusaciones cruzadas, juras tensas y un reglamento en disputa
La reforma constitucional ya está en marcha tras 63 años, pero su inicio fue un tanto desprolijo. El ACV de la convencional Alejandra Oliveras retrasó la apertura, hubo fuertes tensiones por la elección de autoridades y las juras se tiñeron de enfrentamientos partidarios.

Convención Constituyente Día 1: el ACV de Oliveras, acusaciones cruzadas, juras tensas y un reglamento en disputa
El proceso, que se presenta como histórico por la magnitud institucional que implica, comenzó entre tensiones políticas, desacuerdos reglamentarios, discursos encendidos y un hecho que alteró profundamente el inicio formal de la jornada: el sorpresivo ACV de Alejandra "Locomotora" Oliveras, convencional electa que permanece internada en terapia intensiva en el hospital Cullen.
El golpe de la mañana: preocupación por la salud de Oliveras
La jornada estaba prevista para iniciar a las 10 en punto en el recinto de la Legislatura santafesina, pero a esa hora las sillas todavía no estaban ocupadas. A la tensión política previa se sumó un hecho inesperado: la ausencia de Oliveras, quien había sufrido un accidente cerebrovascular esa misma mañana.
Según informó el director del hospital Cullen, Bruno Moroni, Oliveras fue hallada por su familia en su domicilio en estado de confusión y con pérdida de movilidad en el lado izquierdo del cuerpo.
Fue trasladada de urgencia al centro de salud, donde se le diagnosticó un ACV isquémico. Si bien su estado es estable, permanece en cuidados intensivos con pronóstico reservado. Las próximas 48 horas serán claves, indicaron los médicos.
Tras negociaciones contrarreloj y una baja inesperada, comenzó la Convención constituyente
Su ausencia, más allá del impacto personal y humano, generó un vacío institucional que el cuerpo no pudo resolver de inmediato: sin reglamento aprobado, no quedó claro si debía jurar en una próxima sesión o si se habilitaría una suplencia. La situación dejó en evidencia que el inicio de la Convención no contaba aún con herramientas básicas para afrontar contingencias.
Las juras, otro foco de tensión
El acto de juramento, que debería haber sido una instancia institucional sobria, también estuvo marcado por las diferencias partidarias. El gobernador Maximiliano Pullaro, convencional por Unidos, juró “por Dios, la Patria y la memoria de Raúl Alfonsín”, al igual que la radical Victoria Tejeda.
La reacción no se hizo esperar. La peronista Lucila De Ponti protestó en voz alta, asegurando que desde la organización se les había indicado que no podían hacer alusiones personales o políticas en la jura. Acusó al oficialismo de convertir el acto “en una puesta en escena partidaria” y, a continuación, ella misma juró “por el pueblo santafesino y la memoria de Juan Domingo y Eva Perón”.
El contrapunto fue el primero de varios que se esperan en un proceso que, pese a su valor institucional, estará atravesado por diferencias ideológicas profundas. La escena dejó entrever lo que vendrá: un debate político con símbolos, estrategias y tensiones
En busca de un reglamento
Aunque la reforma fue habilitada por una ley sancionada con amplias mayorías en ambas cámaras legislativas, lo que otorgó legitimidad política al proceso, la letra chica del funcionamiento interno de la Convención seguía trabada hasta pasado el mediodía de este lunes. El principal foco de conflicto radica en el artículo que establece cómo se aprobará el texto final de la nueva Constitución.
Mientras Unidos para Cambiar Santa Fe propone que se vote por mayoría simple, el PJ exige que sea por una mayoría de dos tercios. El peronismo argumenta que, con un quórum de 36 convencionales, permitir que solo 18 aprueben el texto es un riesgo institucional. Unidos, en cambio, sostiene que exigir dos tercios daría a las minorías un poder de veto que podría bloquear la reforma. Una salida intermedia podría ser la mayoría absoluta (35 de 69), pero no hubo acuerdo al respecto en el primer día.
Las discusiones por el reglamento se extendieron hasta altas horas del domingo y se retomaron en la madrugada del lunes. La tensión cruzó bloques: mientras Unidos se reunió en la sede de la UCR, los peronistas de Más para Santa Fe lo hicieron en la sede del PJ.
Michlig presidente: un nombramiento que encendió la polémica
Otro punto de fricción fue la designación de las autoridades de la Convención. La presidencia recayó en el radical Felipe Michlig, figura fuerte del oficialismo provincial. Lo acompañan Diego Giuliano (PJ) como vicepresidente primero, Marcos Peyrano (La Libertad Avanza) como vicepresidente segundo y Daiana Gallo Ambrosis (Partido Socialista) como vicepresidenta tercera.
La elección no estuvo exenta de polémicas. Amalia Granata, convencional electa por una lista independiente, se manifestó en contra de la designación de Michlig e incluso amenazó con impugnar la banca de Oliveras antes de que se conociera su problema de salud. “La diputada trucha”, la llamó, insinuando que no reside en Santa Fe. Tras el ACV, no volvió a insistir con el tema públicamente.
Además de las autoridades, pasado este mediodía aún restaba definir la conformación de las comisiones, que serán ocho: tres operativas (Labor Parlamentaria, Poderes y Reglamento, y Redactora) y cinco temáticas. El PJ presiona para presidir la comisión de Autonomía y Régimen Municipal, clave para Rosario, y propone a Juan Monteverde, un nombre con proyección para la intendencia en 2027. Unidos no quiere ceder ese espacio y ofreció en cambio la comisión de Derechos y Garantías.
Un comienzo complejo, pero en marcha
El primer día de la Convención Constituyente dejó muchas dudas, pero marcó un punto de partida. Con ausencias, chispazos políticos y un reglamento aún sin aprobar hasta entrada la tarde, la jornada reflejó la complejidad de reformar una Constitución en este contexto político .
El objetivo declarado del proceso es ambicioso: habilitar la reelección del gobernador, limitar la reelección indefinida de legisladores, eliminar fueros, reconocer nuevos derechos y avanzar en la autonomía municipal. La pregunta es si los convencionales estarán a la altura del consenso que demanda semejante reforma.
La historia está en marcha. Y si algo dejó claro este primer día, es que será escrita entre tensiones, negociaciones al límite y, posiblemente, momentos de alta conflictividad.