El sector automotor santafesino transita un primer semestre con signos mixtos: venta de vehículos 0 km en recuperación y mercado de usados que cayó cerca del 18% en los últimos meses. Lo confirmó Marcelo Mehsen, presidente de la Cámara de Comerciantes del Automotor de Santa Fe.
La venta de 0 km en Santa Fe repuntó por los créditos a tasa cero, pero el mercado de los usados cayó un 18%
El presidente de la Cámara de Comerciantes del Automotor de Santa Fe, Marcelo Mehsen, advirtió sobre las distorsiones que puede generar la reciente habilitación a particulares para importar vehículos.

Mehsen también se refirió a los posibles impactos de la reciente liberación de las importaciones para particulares. “La venta del 0 km ha mejorado bastante, sobre todo por las condiciones de financiación directa de fábrica, con tasas competitivas e incluso créditos a 0% en plazos cortos. Eso tracciona mucho”, explicó Mehsen al programa Mañana UNO por UNO 106.3. “En cambio, en el sector de los usados no contamos con esa ventaja: los créditos prendarios están con tasas altísimas, y eso frena las ventas”.
Importación particular de vehículos: una medida que genera dudas
El gobierno nacional habilitó recientemente la posibilidad de que personas particulares puedan importar vehículos para uso propio, lo cual generó incertidumbre en el sector.
Para Mehsen, el impacto será limitado en términos prácticos: “Importar un auto usado hoy no es más barato que comprarlo acá. Hay que sumar flete, seguro, aranceles, IVA, ingresos brutos y patentamiento. El costo final termina igual o incluso más alto que un vehículo en plaza”.
Sin embargo, advirtió sobre una posible distorsión en el mercado de los 0 km: “Nos preocupa que ingresen vehículos nuevos importados con convenios especiales de reducción impositiva. Eso sí podría generar una competencia desigual con los modelos fabricados en el Mercosur”.
Precios y opciones: ¿cuánto cuesta hoy un 0 km en Santa Fe?
Según el referente del sector, los vehículos más accesibles del mercado parten desde los $24 millones, con varias marcas ofreciendo modelos económicos de entrada de gama.
Entre los más vendidos, se destacan el Renault Kwid, el Fiat Cronos: “Antes estos modelos habían desaparecido, pero están volviendo a aparecer opciones económicas interesantes”, afirmó.
A nivel seguridad, Mehsen recordó que todos los autos nuevos deben cumplir con los requerimientos de doble airbag y frenos ABS: “Eso ya es obligatorio por resolución desde hace años, sin importar la marca o el modelo”.
Financiación: una brecha clave entre el nuevo y el usado
La gran diferencia entre ambos mercados sigue siendo el acceso al crédito. “Las terminales tienen financieras propias que ofrecen planes muy atractivos. Pero en el usado, eso no existe: solo hay créditos tradicionales con tasas muy altas, lo que complica al comprador”.
Mehsen también destacó que, si bien la inflación se desaceleró, las tasas bancarias todavía no bajaron lo suficiente como para reactivar el segmento de usados.
Perspectivas para lo que viene
Pese al contexto cambiante, el titular de la cámara considera que si se mantiene la estabilidad de precios, y con una eventual mejora del crédito, el segundo semestre podría ser más positivo.
“Lo que vemos es que la gente está esperando. Hay mucha especulación, y eso enfría la decisión de compra. Si se estabilizan las reglas, podría haber una recuperación en el mercado del usado”. Por último, respecto a la importación de vehículos de alta gama o modelos no disponibles en el país, como los que se comercializan en Estados Unidos, Mehsen fue claro: “Acá el 50% del valor de un auto son impuestos. Por eso muchos modelos que se ven afuera no entran en el mercado argentino: no serían competitivos una vez nacionalizados”.
En ese contexto, la apertura a la importación particular no parece una amenaza real al comercio formal, pero sí pone sobre la mesa la necesidad de discutir la carga impositiva y la competitividad del mercado automotor argentino.