Wassan Alí, el marinero sirio que ganó notoriedad al bajarse de un barco en Puerto San Martín para solicitar asilo político en Argentina, pasa sus días en la casa de un compatriota radicado hace siete años en la ciudad de Santa Fe. Al expresar su voluntad de establecerse en este país, describió la crítica situación que se vive en Siria, donde según dijo su vida “corría peligro” y manifestó que en su pueblo había ocurrido una masacre.
La historia del marinero sirio refugiado en Santa Fe: huyó de una masacre y busca un futuro
Wassan Alí contó ante Migraciones que tiene esposa y dos hijos. El pueblo donde viven tiene pocos habitantes, "porque los que no fueron asesinados se han marchado". Pide asilo

Por Ariel Etcheverry

Wassan Alí, el marinero sirio que llegó hasta Santa Fe para pedir asilo político porque su vida corría peligro en su país.
Mientras avanza el proceso administrativo y diplomático para obtener el status de asilo político, Alí obtuvo de parte de la Dirección Nacional de Migraciones un permiso transitorio para vivir y desplazarse dentro del territorio santafesino, y hoy ocupa su tiempo en la casa de un compatriota radicado en Santa Fe que le ofrece trabajo reparando aparatos electrodomésticos y nociones de español, que le faciliten la vida en este territorio.
La historia de Wassan trascendió el 16 de mayo luego de que el Ministerio de Seguridad de la Nación difundiera una alerta en todo el país por la desaparición de un tripulante de un buque de cargas que había llegado unos días antes a Puerto San Martín. Wissan arribó a Argentina a bordo del barco Ghala de Panamá. El buque amarró en el muelle de Cofco en Puerto Martín. El tripulante, aprovechando un día de franco de servicio, bajó de la embarcación, se subió a un remís y se marchó con rumbo desconocido.
El paradero de Wassan fue un misterio durante casi 48 horas. El capitán del barco, al advertir que su subordinado no había regresado, radicó una denuncia por averiguación de paradero en la seccional de Puerto San Martín, y a partir de allí fueron notificadas las autoridades del Ministerio de Seguridad nacional por tratarse de una persona extranjera y oriunda de una de las zonas más convulsionadas del mundo.
El misterio llegó a su fin el mismo viernes cuando Wassan, acompañado por su compatriota radicado en Santa Fe, se presentó en la delegación local de Migraciones y planteó su deseo de vivir en Argentina con su familia corrido por la guerra en Medio Oriente. Uno de los funcionarios que escuchó su historia fue el secretario de Derechos Humanos de Santa Fe, Emilio Jatón.
La historia del marinero sirio "perdido"
En declaraciones a La Capital, el funcionario provincial brindó algunos detalles para comprender la historia que trajo a Wassan hasta Santa Fe. “Nació en Tartous, pero estaba viviendo en Baniyas, una región del oeste de Siria. Llegó a Argentina en un barco panameño con mucha historia, muy responsable con su tripulación. Fue el propio capitán quien hizo la denuncia apenas vio que uno de sus subordinados no estaba a bordo”, precisó.
De acuerdo con lo que se pudo reconstruir de lo ocurrido, Wassan bajó del barco el día que estaba de franco, “pero ya tenía todo armado desde antes porque mantuvo contactos por internet con un compatriota que vive en la ciudad de Santa Fe y que hoy por hoy lo tiene alojado en su casa. Cuando trascendió el alerta nacional de búsqueda, el ciudadano sirio que estaba en Santa Fe lo puso a disposición de Migraciones. A partir de ese momento, la Policía Federal ubicó al marinero y lo custodió en Santa Fe hasta que se presentó en Migraciones para realizar una declaración jurada de su identidad”.
Jatón agregó que “a partir de allí, la Policía Federal se deslindó, porque Wassan puso como domicilio la casa de su conciudadano en Santa Fe. Lo que favoreció a Wassan fue el seguimiento que la empresa marítima, que es muy seria, ya había hecho sobre su vida personal antes de subirlo al barco como tripulante. A eso se sumó también la investigación de su pasaporte por parte de Policía Federal. Según las fuerzas federales no constituía un peligro para el país. Entonces, lo acompañaron hasta que hiciera su declaración jurada y para que al otro día inicie el trámite como refugiado político”.
Un pueblo arrasado y una familia que espera
Wassan relató algunos detalles de la realidad de su país a través de su amigo sirio que vive en Santa Fe, que ofició de traductor, pero no lo hizo en el idioma oficial del país, sino en un dialecto regional, lo que hizo que su declaración no pudiera avanzar en una descripción más minuciosa. El marinero habló en forma general y se lo veía muy nervioso al punto que le temblaban las manos.
“Pidió asilo como refugiado político porque consideró que su vida corría peligro si regresaba a su lugar de residencia. Igualmente, lo primero que preguntó fue cuándo podría traer a su familia (hijos y esposa), lo cual es imposible hasta que él no tenga estatus de ciudadano argentino. Contó que el pueblo donde vive ya cuenta con pocos habitantes, porque los que no fueron asesinados se han marchado de ahí, y que si volvía a ese puerto corría riesgo de que lo maten a él también”, expresó Jatón.
Mientras avanza el trámite para obtener el asilo político, quizás como paso previo para llegar a ser ciudadano argentino, Wassan intenta dar los primeros pasos para una nueva vida. “Su compatriota tiene domicilio en San José del Rincón y hace siete años que vive aquí. Se dedica a la reparación de electrodoméstico. Intentará que Wassan se incorpore a su negocio y lo ayude, y también lo ayudará para que aprenda algo de español, ya que no sabe ni una palabra de nuestro idioma, ni siquiera habla el idioma oficial, lo hace en un dialecto”, subrayó Jatón. El secretario de Derechos Humanos de Santa Fe finalmente agregó que el marinero será visitado en estos días por funcionarios del área para seguir más de cerca su caso mientras avanza el trámite de residencia.