Una historia de pobreza extrema y solidaridad donde se termina la ciudad. Este jueves por la mañana, cerca de las 8.10, el cuartel de Bomberos recibió el aviso de un potente foco ígneo que se estaba desatando en el noreste de la capital provincial, en General Paz al 8.600, en Barrio Central Guadalupe, en una zona de ranchos y viviendas humildes. Rápidamente sofocaron el fuego y constataron que no se habían registrado víctimas fatales, pero las pérdidas fueron totales.
La historia de Cintia y sus dos hijos: el fuego arrasó con lo poco que tenían

Cintia y sus hijos perdieron todo. El fuego arrasó con la humilde vivienda de una familia en General Paz al 8.600.



Todo comenzó con el aviso de un incendio al 911 por parte de un conductor que circulaba por la zona noreste de la ciudad, conocida como "Bajo General Paz", 300 metros al norte del Liceo ex Gada, a la vera del camino de tierra que comunica el Chacho Chico de Monte Vera con Santa Fe.
Justamente a esa zona de la ciudad, donde en la actualidad habitan cerca de 25 familias en humildes y precarias viviendas, hace tres meses llegó Cintia Espíndola y sus dos hijos menores de edad, de 4 y 12 años. Con la ayuda de algunos vecinos, la mujer pudo levantar un pequeño rancho con chapas y tirantes de madera. En su interior apenas contaba con una mesa y cuatro sillas, un horno, un armario y un par de colchones, además de la ropa y elementos de los menores de edad.
Por motivos que hasta el momento son materia de investigación, un incendio se desató en el interior de la vivienda en horas de la mañana de este jueves y destruyó absolutamente todo en su interior. Cuando los Bomberos llegaron al lugar, un vecino le manifestó su preocupación por la posible presencia de personas dentro del rancho, pero rápidamente descartaron la posibilidad que existan víctimas fatales.
Lo cierto es que Cintia y sus dos hijos menores de edad, este miércoles se habían ido de la vivienda ya que la mujer de 28 años está al cuidado de su abuela internada y sus dos hijos quedaron bajo la responsabilidad de su abuela, de lo contario, teniendo en cuenta la magnitud del fuego, el episodio ígneo hubiese dejado un saldo más que material.
Cintia se dedica a las changas y al cirujeo en la ciudad para luego comercializar lo que otros desechan y así ganarse la vida. "De hecho tenía listo un bolsón con cartones y fierros que le iban a comprar", contó Walter, vecino del barrio quien va a ofrecerle alojamiento en su humilde morada hasta tanto puedan, junto a la ayuda de todos los habitantes de la zona, volver a levantar otro ranchito.
Al cierre de esta edición digital de UNO Santa Fe, Cintia todavía no había vuelto a su hogar y por ende no tenía conocimiento de lo ocurrido aún con su hogar. Por tal motivo, Walter, realizó en nombre de la mujer y sus dos hijos que perdieron todo, un llamado a la solidaridad: "En estos días voy a juntar un par de chapas para empezar a armarle el rancho nuevamente, pero mientras tanto a todas aquellas personas que quieran colaborar con lo que puedan o tengan a mano, bienvenido sea". El número de celular para comunicarse con Walter es 3425983333.
El origen del fuego que arrasó con el rancho en la zona del "Bajo General Paz", todavía no está claro. Si bien pudo desatarse producto de una conexión irregular de energía eléctrica, algunos vecinos de la zona no descartan la existencia de algún robo previo en la vivienda a manos de delincuentes de la zona y su posterior incendio intencional.