Tras el caso del efectivo policial que se atrincheró armado en su vivienda, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni, habló sobre la situación particular del agente y la necesidad de una política integral de salud mental dentro de las fuerzas.
Policía atrincherado en Santa Fe: Cococcioni afirmó que tenía una causa por corrupción que no tuvo resolución
El ministro de Seguridad provincial indicó que la causa "databa de 2013 y quedó sin resolución formal incriminatoria o no luego de la reforma de 2014".

“En el aspecto psicológico estamos estructurando una política de salud mental para las fuerzas de seguridad, es algo que nos preocupa más allá del último hecho”, expresó el funcionario en diálogo con LT10, en referencia al caso que conmocionó a la opinión pública.
Policía atrincherado
Sobre el policía involucrado, Cococcioni detalló que se trataba de “un empleado que tenía cierta antigüedad en la fuerza, que había pasado ya ciertos controles internos”. En ese sentido, subrayó: “En primer lugar debemos revisar lo relativo al ingreso para detectar lo antes posible”.
El agente había estado en disponibilidad hasta mediados de 2023 y fue reincorporado “al final de la gestión anterior”. El ministro explicó que “tenía una imputación que databa de 2013, una causa por un delito de corrupción, un cohecho o incumplimiento de deberes de funcionario público, radicada en un juzgado de sentencia de quinta nominación”.
Según precisó, se trataba de “una causa del sistema viejo que no siguió ningún trámite durante la reforma desde 2014, fue una causa que quedó sin resolución formal incriminatoria o no”.
Ese proceso judicial inconcluso impactó también en el plano administrativo: “El sumario administrativo se paraliza a la espera de la resolución judicial, tal vez al no ser un hecho considerado de la mayor gravedad posible en sede judicial se dejó sin trámite”.
Salud mental en la fuerza
Cococcioni remarcó que la nueva política integral de salud mental tendrá múltiples instancias obligatorias. “Primero, el procedimiento selectivo para el ingreso”, señaló. También destacó el rol del Instituto de Seguridad Pública: “Durante el cursado detectamos aquellos que quedaron fuera del curso en los primeros seis meses; se detecta gente antes para ser desvinculada, tanto por no superar instancias de evaluación psicológica como física, además de rendimiento académico por debajo de lo esperado”.
Otro punto clave será el seguimiento en el primer año de actividad. “La confirmación de la institución a los 12 meses: el policía entra en comisión pero es confirmado o no a los 12 meses para el servicio”, explicó. En ese lapso, “evaluamos cómo impactó ese primer año de servicio en términos de estrés u otras patologías”.
Finalmente, el ministro hizo hincapié en la necesidad de cambiar el paradigma: “Durante años hubo un tema tabú relativo a que quien se acercaba a hablar por un problema de salud mental tiene la idea de que lo van a correr o tareas diferentes”. Frente a ello, aseguró: “La nueva política es la asistencia y la contención en el primer paso, para luego pasar a evaluaciones críticas”.
• LEER MÁS: El caso del policía atrincherado reabre el debate sobre la salud mental en las fuerzas de seguridad