Este viernes al mediodía, la comunidad educativa de la Escuela Técnica Nicolás Avellaneda, ubicada en Laprida y Calcena, a metros de la plaza de la Locomotora en la zona de la costanera santafesina, vivió un episodio de tensión: dos alumnos fueron sorprendidos con réplicas de armas de fuego entre sus pertenencias.
Tensión en la Escuela Avellaneda: secuestraron dos armas de aire comprimido a alumnos de 16 años
Las autoridades del establecimiento dieron aviso a la policía al detectar que los estudiantes llevaban pistolas en sus mochilas. Si bien se trataba de réplicas de armas de fuego de aire comprimido, estas pueden llegar a ser letales.

Por Juan Trento

Tensión en la escuela Avellaneda: secuestraron dos réplicas de armas de fuego a dos alumnos
La denuncia fue realizada por autoridades del colegio ante el 911, luego de que surgiera la sospecha de que los estudiantes tenían armas en sus mochilas.
Inmediatamente, personal de la Brigada de Ciclistas y de la Comisaría 5ª se presentó en el lugar y entrevistó al director, quien informó que los adolescentes se encontraban en ese momento en el polideportivo.
Los oficiales se dirigieron al sector y dialogaron con los alumnos, ambos de 16 años, a quienes les secuestraron dos armas de aire comprimido, réplicas exactas de armas de fuego.
Las armas fueron incautadas y se dio aviso a los padres de los menores. El procedimiento fue derivado a la Comisaría 3ª del barrio Candioti, sede de la Estación Policial Centro (EPC).
La presencia policial y el hallazgo de las armas generaron conmoción en la escuela. La situación fue informada a la Jefatura de la Unidad Regional I y, posteriormente, a la justicia de menores en turno, que ordenó mantener las armas secuestradas y dispuso que los padres se presentaran ante la sede judicial.
¿Son peligrosas las armas de aire comprimido?
Aunque no usan munición explosiva, las armas de aire o de presión pueden ser peligrosas e incluso letales en determinadas circunstancias. Disparan proyectiles a altas velocidades, capaces de causar daños oculares, heridas penetrantes e incluso traumatismos en zonas vitales como la cabeza o el cuello.
Por este motivo, su portación en contextos escolares representa un grave riesgo para la seguridad de toda la comunidad educativa.