Tres paraguayos y un argentino, oriundo de la ciudad de San Javier (Santa Fe), fueron condenados en la provincia de Misiones por haber intentado ingresar al país con más de 250 kilos de marihuana haciéndose pasar, nada más ni nada menos, como prestadores de un servicio de emergencias.
Condenaron a cuatro personas por traficar marihuana en una "narcoambulancia"
El caso se remonta al domingo 6 de noviembre del 2016 cuando un grupo de traficantes quiso cruzar el paso internacional que une la ciudad de Encarnación (Paraguay) con la misionera de Posadas a bordo de una ambulancia que simuló tener un paciente con estado de preinfarto.
Está más que claro que la idea fue buena, pero les faltó algo puntual: conocer de emergencias. Es que el "narcosimulacro" terminó siendo evidenciado por agentes de la Aduana, por lo que el plan se frustró.
A casi un año del suceso, el Tribunal Oral en lo Criminal de la ciudad de Posadas condenó a los paraguayos y al argentino a cinco años de prisión efectiva tras firmar un acuerdo abreviado por el delito de tentativa de importación de estupefacientes calificado por la cantidad de personas.
Hasta en el tubo de aire
El insólito suceso ocurrió pasadas las 22.10 del domingo 6 de noviembre de 2016. A toda velocidad y con las sirenas encendidas, una ambulancia -marca Toyota, modelo Granvía, tipo ST Wagon- arribó al Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz. En el interior iban el conductor, los enfermeros y un paciente acostado en una camilla, los cuales decían tener como destino urgente a la ciudad de Buenos Aires.
La curiosidad y la sospecha no tardó en llegar a los agentes de la Aduana que, mientras chequeaban la documentación, empezaron a detectar algunas falencias en la supuesta ambulancia, la cual demostraba en ese entonces tener al paciente conectado a una computadora.
Tras cotejar la documentación del vehículo, se detectó que quien iba a bordo era la titular del vehículo. Se trata de Rosa Asilina Baez Acuña, quien iba acompañada por Hernan Darío Baez Acuña, quien oficiaba como "seudoenfermero", el cual "cuidaba" de la salud del argentino Rodolfo Antonio Velázquez. No obstante, el vehículo era conducido por Marcelo Maximiliano Ibáñez.
Con sospechas de la situación de "emergencia", los agentes aduaneros llevaron la ambulancia hacia un destacamento para realizar un scanner, mientras que el "paciente" fue trasladado hacia el Ramón Madariaga de Posadas.
Tras la inspección al vehículo, la sospecha concluyó: en un doble fondo había 40 envoltorios con marihuana prensada; en el panel lateral, 98 y dentro del tubo de oxígeno, 21.
Por su parte, Rosa Asilina Baez Acuña -la cual simuló un desmayo en la oficina de la Aduana- y Velázquez, que habían sido trasladados a un nosocomio misionero, terminaron siendo descubiertos por los médicos que los atendieron, ya que los mismos terminaron indicando que tenían los signos vitales normales.
La insólita situación terminó con los cuatro traficantes tras las rejas y una ambulancia retenida por los agentes de la Aduana.