Una tormenta de intensidad extraordinaria afectó a la ciudad de Santa Fe en la madrugada, dejando registros de hasta 93 milímetros de lluvia en muy poco tiempo y provocando cortes de energía en varios sectores. Pero más allá de los daños puntuales y los anegamientos, la emergencia volvió a poner en evidencia un problema de fondo: la falta de funcionamiento del radar meteorológico de Paraná.
Según la municipalidad, el radar meteorológico de Paraná "sigue inactivo" y complica la previsión de tormentas en la región
Tras el fuerte temporal que azotó a Santa Fe, el municipio reconoció que no contaba con información precisa por la inactividad del radar del INTA. El equipo, fundamental para monitorear fenómenos en el centro del país, está fuera de servicio desde fines de abril

Según el Director de Gestión de Riesgo de la Municipalidad, Luis Mariano Cabal, el radar del INTA permanece inactivo desde el 30 de abril por falta de mantenimiento. “Esto dificulta mucho nuestra capacidad de anticipación. Al depender solo del satélite, perdemos precisión”, explicó.
El funcionario remarcó que ya realizaron reclamos ante el Servicio Meteorológico Nacional y advirtió que no se puede depender de gestiones aisladas cada vez que el sistema presenta fallas. “Necesitamos que se le dé al radar la importancia que tiene para ciudades como Santa Fe y Paraná”, exigió.
Herramienta clave
El radar meteorológico es una herramienta clave dentro de la Red Nacional de Radares Meteorológicos (SINARAME). Su cobertura abarca gran parte del litoral argentino, incluyendo a Santa Fe capital y su área metropolitana. Su inoperatividad no solo afecta a los equipos municipales, sino también al propio SMN, que pierde capacidad de alerta ante fenómenos severos.
Pese a esta limitación, el Servicio Meteorológico Nacional había emitido alertas vigentes por tormentas para la región, tal como consta en su informe del 5 de mayo. Esto pone en cuestión la coordinación y el flujo de información entre los distintos niveles del Estado, especialmente en contextos de emergencia climática cada vez más frecuentes.
En cuanto a los efectos del temporal, Cabal destacó el funcionamiento del sistema de drenaje, aunque reconoció que en algunos barrios como Barranquitas, Pompeya y San José hubo complicaciones por el corte de energía en estaciones de bombeo. En la estación 4, por ejemplo, las electrobombas recién comenzaron a operar nuevamente pasadas las 6.30 de la mañana, cuando se restableció el servicio eléctrico.
Desde el municipio informaron que trabajan con 18 cuadrillas en la limpieza de bocas de tormenta y desagües. También pidieron colaboración a los vecinos para no arrojar basura en la vía pública, lo que agrava los anegamientos.