En medio de una creciente crisis institucional y económica, San Lorenzo vive una jornada convulsionada. Este jueves, el plantel profesional decidió no presentarse a entrenar en protesta por la falta de pago de salarios, pero el hecho más resonante fue la publicación de un contundente comunicado por parte de uno de los capitanes del equipo, el español Iker Muniain, quien alzó la voz en representación de todos sus compañeros.
Iker Muniain, sobre las deudas al plantel: "Es una burla hacia este grupo de trabajo"
El español Iker Muniain tomó la voz en representación del plantel de San Lorenzo para visibilizar el difícil momento que viven por falta de pago en los haberes

El mensaje, difundido a través de sus redes sociales, fue tan claro como frontal: “Llevamos varios meses sin percibir nuestros salarios, lo que no solo afecta directamente a nuestras familias, sino que también pone en jaque el normal desarrollo de nuestra actividad profesional”.
La declaración de Muniain no se limitó a reclamar lo adeudado: apuntó al respeto y la dignidad como ejes centrales del reclamo. “Hemos sido pacientes, comprensivos y responsables, cumpliendo cada día con nuestros entrenamientos, partidos y compromisos, priorizando siempre al club, sus colores y su gente”, remarcó, en un intento por dejar en evidencia que el plantel puso el hombro aun en las condiciones más adversas.
Sin embargo, expresó que la situación llegó a un límite: “Consideramos que ha llegado el momento de alzar la voz”.
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Más detalles del comunicado
El comunicado también se refirió de manera directa a los hechos recientes de público conocimiento, en alusión a la retención de una transferencia de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) por haberse depositado en una cuenta embargada, y al escándalo que involucra al presidente Marcelo Moretti, filmado mientras recibía dinero por un supuesto fichaje.
“Dados los hechos de público conocimiento que han acontecido en las últimas horas, consideramos por nuestra parte estos hechos como una burla hacia este grupo de trabajo”, escribió Muniain, elevando el tono de la crítica y dando a entender que la paciencia del grupo llegó a su fin.
El cierre del mensaje fue tan firme como el resto del texto: “No se trata sólo de una cuestión económica, sino de respeto, dignidad y condiciones laborales básicas que todo trabajador merece. Esperamos que esta situación se resuelva con la urgencia y seriedad que requiere. No buscamos el conflicto, sino una solución concreta y justa”.