La crecida que experimentó el río Paraná desde comienzos de 2022 y que se sostuvo a lo largo de los meses hasta sobrepasar la línea de los 3 metros y medio en Santa Fe ya dejó de ser tal y ahora el cauce del río volvió a bajar de manera estrepitosa. Las últimas mediciones hablan de un nivel de 1,86 metros frente al Puerto de Santa Fe, cuando a mediados de noviembre la medición daba 3,50 metros.
En diciembre el Río Paraná bajó un metro y medio en Santa Fe y anticipan que seguirá descendiendo
El INA ya trazó sus pronósticos de corto plazo con los escenarios posibles, en donde si bien puede diferir en la magnitud del descenso, en la traza destaca la persistencia de la bajante que comenzó a fines de noviembre a causa de las escasas lluvias a lo largo de la cuenca del Paraná.
En cuanto al corto plazo que anticipa el INA, se describe que llegado el 3 de enero el río en Santa Fe llegará a medir 1,70 metros, 16 centímetros por debajo de la actual marca. A su vez, adelantándose otra semana más hacia el 10 de enero, anticipan una marca de 1,52, en franca continuación de la tendencia de bajante.
A esta problemática se suma el fenómeno de La Niña, que atraviesa su tercer año consecutivo en la región y ya fue definida como "la peor de los últimos 70 años según los registros provinciales" de Santa Fe.
La bajante histórica tuvo su inicio en marzo del 2020, un año más tarde recuperó una tendencia alcista sin alcanzar su normalidad, pero volvió a caer a fines del 2021, y provocó notorios cambios en la vida ambiental, económica, productiva y social entrerriana.
Esto afectó la fauna íctica al dejar seco el valle de inundación (donde los peces se refugian, alimentan, reproducen y crecen); produjo inconvenientes en el riego de cultivos y complicó las producciones industriales que necesitan captar agua. También acrecentó los problemas de incendios en las islas y los de contaminación del agua, ya que se redujo la capacidad del río de dilución de los afluentes crudos o industriales.