José Matías “Tucu” Ruiz y su pareja, Estefanía Andrea Peñaloza, sindicados como laderos de la banda de Los Monos en la ciudad de Santa Fe, quedaron a un paso del juicio oral y público a partir de que el fiscal federal de la capital provincial, Walter Rodríguez, solicitó llevarlos a debate en el marco de una investigación que se inició por una denuncia anónima recibida en el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional 3 de Morón, en la provincia de Buenos Aires.
La historia de "Tucu" Ruiz, el transero santafesino que rechazó ser jefe de sicarios de Los Monos
Por Leo Graciarena
“Quiero denunciar que en Marcos Paz «Guille» Cantero contrató a un interno que tiene salidas transitorias para que le traiga droga desde Rosario y la lleve a la localidad de Merlo y otros lugares de Buenos Aires y también a Capital y nadie hace nada”. Eso decía un correo electrónico recepcionado en el Juzgado Federal de Morón y enviado por una persona no identificada en ese momento. Así se empezaron a trazar los primeros palotes de una causa que comenzaron a trabajar efectivos del Departamento de Inteligencia contra el Crimen Organizado de la Policía Federal Argentina.
Cuando los pesquisas allanaron la casa de la pareja, en un barrio de la zona norte de Santa Fe, incautaron 107 gramos de cocaína, balanzas de precisión y una pistola calibre 9 milímetros que podría haber sido la utilizada para cometer un crimen en Rosario y otro en la capital provincial. Además, al Tucu se lo acusa de explotar sexualmente a mujeres que eran trasladadas desde barrios vulnerables santafesinos a la zona portuaria de Puerto General San Martín.
Entre los dos asesinatos a los que vinculan al Tucu Ruiz sobresale el de Julio Oscar Aquino, un hombre de 48 años al que emboscaron la noche de 24 de abril de 2016 cuando manejaba su Ford EcoSport negra por avenida San Martín e Hilarión de la Quintana, en el barrio Tiro Suizo de la zona sur de Rosario. Según la investigación, un Renault Clio le cortó el paso unos metros antes de la intersección con Hilarión de la Quintana y los ocupantes de ese auto lo fusilaron con ocho disparos.
La pesquisa de ese caso está en manos del fiscal Adrián Spelta quien mandó a preservar las vainas servidas recogidas en el lugar del homicidio por los peritos de la AIC para su posterior peritaje. Ahora se sabe que una de esas vainas se correspondería con el arma secuestrada a Ruiz al momento de ser detenido en su casa, por lo cual podría ser acusado por el crimen o al menos por encubrir el arma usada en el hecho.
Tras la recepción de la denuncia anónima en el Tribunal de Morón, los pesquisas lograron determinar que el preso acusado de manejar la droga de la banda de Los Monos a pedido de Guille Cantero era José Matías “Tucu” Ruiz, quien estaba detenido en la cárcel federal de Marcos Paz casualmente cumpliendo una condena por comercialización de drogas. Y en esa prisión está desde junio del año pasado el jefe de Los Monos cumpliendo los más de 96 años de condenas que pesan sobre su espalda. Allí se conocieron Guille y Tucu y de esa relación surgió el negocio que seguramente derivará en una nueva pena para el santafesino.
Ruiz cumplía una condena a 4 años de prisión desde marzo de 2021 por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, pero desde abril de 2022 había accedido al derecho de salidas transitorias “para afianzar y mejorar sus lazos familiares y sociales”. Comenzó con dos salidas mensuales, una de 24 horas bajo la supervisión de su pareja, y otra de 48 bajo palabra de honor. Más adelante, a partir de junio de ese mismo año se modificó su régimen para transformarlo en permisos que incluyeron una salida mensual de 72 horas bajo palabra de honor, período durante el cual el interno debía cumplir pautas de conducta establecidas por el director del complejo penitenciario, como así también evitar relacionarse con personas vinculadas al expendio y/o consumo de estupefacientes.
Finalmente, el 6 de octubre del año pasado el tribunal valoró de manera positiva la evolución de Ruiz como también su proyección laboral y habitacional, y la contención familiar ante un eventual egreso, por lo que resolvió otorgarle la libertad asistida, según se explicó en la página oficial de fiscales.gob.ar. Lo cierto es que aprovechando ese estado de libertad, la investigación detectó que Tucu era el encargado de buscar droga de Los Monos en Rosario para luego distribuirla en la provincia de San Juan y en distintos puntos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Escuchas telefónicas
A partir de escuchas judicializadas los investigadores constataron que Ruiz no sólo había construido lazos delictivos con integrantes de Los Monos, sino que se había adentrado en un mar de relaciones en el mundo narcocriminal. En septiembre de 2022 comentó en una llamada intervenida: “Soy delincuente. Toda mi vida fui delincuente. Yo ando matando gente. Tirando tiro, vendo droga, robo”.
En otro llamado mantenido con una persona identificada como “Héctor”, el propio Ruiz admitió que le habían ofrecido pilotear “todos los sicarios de Los Monos”. Fue en noviembre de 2022 cuando el delincuente sostuvo: “Quieren un vago grande que no se drogue. Los wachos están haciendo cualquiera en Rosario” y agregó: “Mi mujer no quiso que me meta. Me dieron para que pilotee todos los sicarios de Los Monos, boló. No quise saber nada yo, iba a volver en cana, mi mujer me dijo no, ya fue”.
Los efectivos de la Policía Federal fueron juntando evidencias que permitió justificar el allanamiento a la casa de Ruíz y Peñaloza ubicada en Saavedra al 8500 del barrio 29 de Abril, en la zona norte de la ciudad de Santa Fe. El operativo se realizó el 7 de diciembre del año pasado y en el domicilio se secuestraron 107 gramos de clorhidrato de cocaína acondicionada en dos trozos compactos y 23 envoltorios; balanzas de precisión; dinero y una pistola semiautomática de acción simple y doble calibre 9 x19 milímetros Bersa Thunder 9 con su numeración eliminada y apta para disparar.
Con todo ese material en su poder, el fiscal federal Rodríguez envió informes al Ministerio Público de la Acusación santafesino por la presunta vinculación del Tucu con dos homicidios. El de Rodrigo Matías González, ocurrido el 25 de octubre de 2014 mientras manejaba su moto por el barrio Barranquitas de la zona oeste santafesina.
El hombre fue asesinado de un balazo en la cabeza y en escuchas captadas el 7 de septiembre de 2022 Ruiz le comentó a una mujer: “Si no hacen nada esos. Nunca mataron a nadie. Yo se lo maté a Matías González y nunca se enteraron de nada. La Jessi si sabía. Se lo maté ahí en Barranquitas. El más carteludo que tenían. Un tiro en la cabeza le dí. Con el Cani. Después lo maté al Cani jaja”. Por esta autoincriminación, el fiscal le remitió copia del requerimiento de elevación a juicio a la Unidad Fiscal de Homicidios de la Fiscalía Regional 1 de la capital provincial al considerar que podría resultar de interés a las autoridades competentes para esclarecer el hecho.
El vínculo con el otro homicidio surgió a partir de la vaina enviada a peritar por el fiscal Adrián Spelta en el marco de la investigación por el asesinato de Julio Oscar Aquino, ejecutado el 24 de abril de 2016 en avenida San Martín e Hilarión de la Quintana, en el barrio Tiro Suizo. El fiscal federal Rodríguez le remitió copia a Spelta para despejar responsabilidades penales en orden a ese homicidio doloso agravado por el uso de arma de fuego que tuvo todos los condimentos de una ejecución narco.