A días de que la Justicia provincial defina si condena o absuelve a los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci por los delitos cometidos en Santa Fe y la región entre el 7 y 11 de enero del 2016, la defensa de los exprófugos, a cargo del Defensor Regional, Leadro Miró, pidió su absolución amparándose en que existió un "estado de necesidad justificante".
La estrategia de defensa de los Lanatta y Schillaci para ser absueltos en Santa Fe
Por Ignacio Mendoza
El pedido fue en el marco de los alegatos de clausura del juicio que tuvo su inicio el pasado lunes en tribunales y que llevó a los imputados al banquillo de los acusados, los cuales asistieron a las audiencias por videoconferencia desde el penal de Ezeiza. El debate se dio ante un tribunal pluripersonal conformado por Eduardo Pocoví, Pablo Busaniche y Sandra Valenti, quienes el próximo miércoles 5 de diciembre darán a conocer su veredicto.
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Para el defensor Miró, existieron varios hechos concretos que permitieron establecer que los condenados por el triple crimen de General Rodríguez temían ser asesinados y que por ello su escape del penal de General Alvear significó "una carrera por la vida". Así lo explicó el letrado junto con sus asistentes: Magalí Mazza, Sandra Müller y Manuel Alonso, del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal.
Defensa. Para Miró, sus defendidos temían ser asesinados.
La fuga para poder vivir
Durante su alegato, el defensor explicó por medio de una serie de diapositivas que los prófugos desde que escaparon del penal de General Alvear, el 27 de diciembre del 2015, sabían que existía un plan para asesinarlos. Es que según narraron en el juicio, al momento de la fuga de la cárcel, se encontraron con un grupo de gendarmes y un hombre al cual sindicaron como el autor verdadero del triple crimen de Damian Forza, Damián Ferrón y Leopodo Bina.
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Declaró el testigo más enigmático
Vale recordar, que en su relato, los exprófugos contaron que aquel día un "helicóptero" los iba a buscar fuera del penal pero al salir del complejo de máxima seguridad solo encontraron una lluvia de balas de parte de supuestos gendarmes. Por esa razón, comenzaron a huir de la ley y concluyeron, por circunstancias que nunca fueron reveladas, en la provincia de Santa Fe. Precisamente en un campo de la zona rural de Matilde y San Carlos, en el departamento Las Colonias. En ese lugar terminaron siendo advertidos por Gendarmería y por ello se inició la búsqueda que concluyó días después en la zona de Cayastá.
Para la defensa de los Lanatta y Schillaci, existieron cuatro hechos que permitieron establecer que sus vidas corrieron riesgo a lo largo de la fuga. "No hablamos de un plan, ni de conspiración, hablamos de hecho", resaltó Miró en la audiencia mientras daba el alegato para explicarle a los jueces por qué existió un "estado de necesidad justificante" por los hecho cometidos en Santa Fe.
El primer hecho, se basó en la balacera que supuestamente recibieron al salir del penal de General Alvear luego de subirse a una camioneta de dudosa procedencia. El segundo hecho, puso el foco en el tiroteo que tuvieron en la zona rural de Matilde y San Carlos cuando fueron descubiertos por agentes de inteligencia de Gendarmería y luego perseguidos tras herir al Comandante José María Valdez. En ese aspecto, el defensor destacó que sus defendidos solo dispararon -tres veces- contra el capó de la camioneta de la fuerza que los perseguía mientras que del otro lado sí abrieron fuego mortal.
En el tercer hecho Miró apuntó a lo sucedido a los dos gendarmes Cipres y Aguirre, los cuales fueron acribillados a balazos por personal del grupo Alacrán cuando se dirigían en una VW Amarok blanca -en la zona rural de Matilde- y terminaron siendo confundidos con los prófugos. "Estamos ante la presencia de un fusilamiento en democracia", llegó a decir el abogado oficial."No hubo una sola palabra previa a los disparos", explicó. "La consecuencia de la fuga no fue el fusilamiento, sino la recaptura", agregó.
Por último, Miró señaló que otro hecho que permitió establecer que existió una especie de plan para aniquilar a sus defendidos fue la presencia de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, en Cayastá, cuando fue detenido Martín Lanatta en Campo del Medio. En aquel entonces, la funcionaria nacional solicitó que la custodia del entonces evadido quede a cargo de la Tropa de Operaciones Especiales de Santa Fe y de la Policía Federal para su traslado al penal de Ezeiza.
La Justificación
El defensor concluyó en que los delitos cometidos a lo largo de su fuga tuvieron un justificativo. La "Acción de Robo de vehículos" fue con el fin de procurar la huida mientras que la de "privar de la libertad" a cuatro personas se dio para "procurar que alguien conozca los caminos de la zona, les brinden alimentos y así puedan ganar tiempo en su huida. Por último, destacó que el robo de armas a dos gendarmes -Valdez y Encina- y la portación de armamento de grueso calibre fue como acto de defensa ante posibles enfrentamientos".
Desde la otra vereda, el fiscal Giavedoni solicitó la pena de 15 años de prisión para los exprófugos por los delitos cometidos. Se trata de la privación de la libertad que sufrió, el 7 de enero del 2016, el ingeniero agrónomo que fue secuestrado en un campo de la zona rural de Matilde y que luego fue trasladado a su departamento del centro santafesino.
El otro hecho hecho ocurrió el sábado 9 de enero. En el mismo los imputados ingresaron violentamente a una vivienda de la zona rural de Campo del Medio (departamento Garay) y el robo de la camioneta propiedad del matrimonio dueño de la casa. En tanto, el último hecho por el cual el fiscal pidió la pena fue la privación ilegitima de la libertad que sufrió un sereno de una arrocera de Cayastá en el ocaso de la fuga.