El presidente del Banco Nación, Juan Ignacio Forlón, amigo íntimo de Máximo Kirchner renunció hoy a su cargo, según pudo saber LA NACION de distintas fuentes del sector. El alejamiento causó sorpresa entre los bancarios cuando faltan dos semanas para el ballotage y un mes para el cambio de presidente.El ahora ex titular de la entidad había asumido en su puesto en noviembre del 2013 en reemplazo de Juan Carlos Fábrega. Aunque aún no hubo comunicado oficial del Banco Nación, fuentes del sector informaron a este medio que Forlón serÁ designado como miembro de la Auditoria General de la Nación (AGN), un organismo dependiente del Congreso que tiene la misión de controlar el funcionamiento del Poder Ejecutivo.
Renunció Juan Ignacio Forlón a la presidencia del Banco Nación
Había asumido en reemplazo de Juan Carlos Fábrega en noviembre del 2012; es amigo personal de Máximo Kirchner
4 de noviembre 2015 · 16:34hs
Forlón tiene 37 años, es abogado, y aunque no tiene militancia, logró escalar rápido dentro del kirchnerismo por su amistad, desde la adolescencia, con el hijo de la presidenta Cristina Kirchner. De hecho fue su asesor legal.
El Banco Nación se encuentra hoy además de paro en rechazo al impuesto a las Ganancias. La medida de fuerza fue decidida por la Comisión Interna y los empleados reclaman que la banca pública se haga cargo de la devolución del tributo."La mayoría de los compañeros estamos siendo brutalmente esquilmados con casi un 35% de descuentos en nuestros ingresos. Ya ni las deducciones que hagamos sirven para atenuar el impacto del descuento. El achatamiento de la carrera bancaria provoca que los compañeros ya no quieran crecer en responsabilidades en nuestra institución", sostuvieron los delegados en un comunicado de prensa.El letrado viene de una conocida familia política de Santa Cruz. Su papá, Néstor Forlón, fue el primer presidente del Concejo Deliberante de la capital provincial y una de las calles de la ciudad fue bautizada con su nombre, tras su muerte, ocurrida hace diez años en un accidente de auto. Fuente: La Nación