El fútbol es una pasión de multitudes que no tiene límites. Alguna vez alguien dijo que el hincha se apasiona, no razona y en 2014 brindó un apoyo sinigual para un Colón en crisis que pelea por no descender. Un equipo con muchos problemas: quita de puntos y la imposibilidad de incorporar. Diego Osella, que daba sus primeros pasos como entrenador, tomó la posta y se las arregló con lo que tenía para armar una base que la luchó hasta al final, siendo el equipo que más tiempo fue puntero. Justamente este 18 de mayo se cumplen siete años de la épica victoria en Santa Fe ante Olimpo, con un gol agónico de Lucas Alario empujado por cerca de 40.000 almas que colmaron el estadio Brigadier López. Una victoria 2-1 que le permitió jugar un desempate con Atlético de Rafaela.
Se cumplen 7 años del 2-1 de Colón ante Olimpo sobre la hora

Era la última jornada del Torneo Final y el equipo comandado por Diego Osella reunía 27 unidades, en una campaña muy buena pero con un promedio flaco. Al Brigadier López llegaba Olimpo y los rojinegros debían ganar, dependiendo también del resultado que se iba a dar en Sarandí, entre Arsenal y Atlético de Rafaela.
En el Julio Grondona, Arsenal se ponía al frente ante la Crema de Jorge Burruchaga, aunque a los 3' del segundo tiempo, Juan Eluchans de tiro libre puso el empate transitorio. A la par en Santa Fe, Matías Sarulyte enmudeció a los hinchas al poner 1-0 a Olimpo y decretando el descenso en ese momento de Colón. Lo que llegaría después sería puro nervio, adrenalina y emoción.
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Corrían 25' cuando de penal, Darío Gandín empataba 1-1, con lo cual se mantenía la chance de jugar un desempate frente a los rafaelinos. Pero ya en tiempo de descuento llegarían dos goles que paralizaron los corazones de todos. En Sarandí, Lucas Albertengo ponía el 2-1 para Atlético de Rafaela y nuevamente condenaba a los santafesinos a la B Nacional. Pero a los 48' en el Brigadier López, en una sucesión de rebotes, Lucas Alario conseguía, empujado por el aliento de la gente, destrabar el resultado para hacer estallar el Cementerio de Elefantes y forzar el desempate. Un hecho del que se cumplen siete años.