Arrestaron a tres mujeres, apodadas como "las chicas del CBU", quienes estarían vinculadas a una serie de extorsiones realizadas a comercios de zona sur de Rosario durante enero de este año. Fuentes judiciales precisaron que las detenidas aportaban sus cuentas bancarias para que allí se depositara el dinero obtenido producto de las amenazas. Asimismo, señalaron que operaban bajo las órdenes de presos detenidos en la Penitenciaría de Coronda.
Detienen a "las chicas del CBU", vinculadas a extorsiones que hacían presos desde Coronda
Si bien las exigencias de dinero se hacían en nombre de “los Cantero", aún se está investigando si realmente estaban asociadas al clan de Los Monos. Durante los allanamientos hubo alguna señal de que podría ser así, pero la investigación continuará avanzando para determinarlo.
“Hola, te hablamos por lo siguiente. Estamos agarrando todo el barrio que está atrás de la fábrica y todos los comercios de Oroño y Seguí hasta Uriburu. Tienen que pagar $250 mil y no te molestamos en todo el año o $50 mil por semana”, decía un mensaje que recibió el WhatsApp de una empresa de la zona.
“Eso es para no agarrarte a tiros toda la semana, para no mandar a los pibes a agarrarte a alguien de tus trabajadores y darle un tiro, o que te lo prendamos fuego y muchas cosas más. Es una sola cuota. Si no pagás, tenés problemas con la mafia”, añadía la intimidación que finalizaba con una frase que se ha convertido en un clásico: “Atentamente, la mafia. Plata o plomo”.
Mensajes similares fueron recibidos por numerosos comerciantes rosarinos en la segunda quincena de enero, situación que puso en alerta a las autoridades y derivó en una investigación judicial. a cargo del fiscal Pablo Socca. Poco después, una pareja fue imputada por extorsionar a comerciantes de la zona sur para que les entreguen dinero en efectivo a cambio de no atacarlos a balazos. Él estaba preso y ella era su novia, quien actuaba bajo sus órdenes.
Pagar extorsiones con transferencias vía CBU
Fuentes cercanas a la investigación destacaron que "la particularidad de los extorsionadores es que daban la posibilidad de pagar con transferencia a través de CBU" en vez de la entrega de dinero en efectivo. Esto fue lo que permitió orientar la investigación y rastrear a dónde iba el dinero.
Este plan de extorsiones a comercios de calle Oroño, en la zona sur de la ciudad, fue ideado por un grupo de presos de Coronda. "Al menos cuatro presos planificaron un plan de extorsiones y se identificaron a tres familiares, parejas de los presos, que aportaban los CBU donde recibían las platas de las víctimas", precisaron las mismas fuentes.
Esta semana, se realizaron una amplia serie de medidas en el marco de la causa denominada "Miguel Ángel R. y otros por extorsión". El objetivo era encontrar a tres mujeres identificadas en el expediente como "las chicas del CBU".
Este miércoles hubo un allanamiento en una vivienda ubicada Luzuriaga al 3900, donde se detuvo a una joven de 19 años, identificada como Agustina L., a la que se secuestró un teléfono celular y una tarjeta de crédito. Se sospecha que estaba involucrada en la maniobra extorsiva. Los pesquisas se abocan ahora a extraer el contenido del dispositivo móvil para avanzar en la investigación.
Por otra parte, se entregó en forma voluntaria la segunda de las investigadas, una mujer de 46 años identificada como Laura V. Se presentó en sede de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y se dispuso que quede detenida hasta la audiencia definida para el lunes 13 de marzo a las 8 en el Centro de Justicia Penal.
Por último, en cuanto a la tercera persona buscada, quien según informaciones residiría en la ciudad de Santa Fe, se envió nota de colaboración a la AIC de esa localidad donde se le pidió que se constate el domicilio de Laura M.
La Fiscalía interviniente toma entonces conocimiento que la mencionada se encontraría en la Unidad Penitenciaria de Coronda en el marco de una visita a uno de los detenidos investigados, razón por la cual el fiscal de la causa le ordena al personal de la cárcel que demore a la mujer. Personal de la Brigada de Balaceras y Extorsiones junto a penitenciarios requisan a la mujer y secuestran un teléfono celular en funcionamiento, que sería de su propiedad, y otro teléfono envuelto en cinta aisladora negra que intentaba ingresar al pabellón y un presevativo. Se secuestra lo hallado y se traslada a sede Rosario, donde continuará detenida hasta la audiencia.