La semana arrancó con tensión en el sector mayorista y minorista santafesino. El salto del dólar motivó que varias fábricas enviaran listas de precios con incrementos de entre 3% y 6%, en especial en productos sensibles como aceite y harina. Sin embargo, la posterior baja del dólar paralelo moderó las remarcaciones.
Ajuste en los bolsillos: las segundas marcas ganan terreno ante el consumo retraído en Santa Fe
La caída del poder adquisitivo impulsa a los consumidores a elegir productos más económicos, incluso dentro de alimentos y artículos de limpieza. Mientras tanto, crece el uso de billeteras virtuales y medios de pago digitales

UNO Santa Fe
Consumo
“El principio de semana fue más agitado; algunos aumentos se aplicaron, otros quedaron en suspenso. El dólar bajó y eso calmó los ánimos”, explicó Jorge Bartolommei, presidente de la Cámara de Distribuidores Mayoristas y dueño del autoservicio mayorista Bartolito.
Aunque en algunos rubros hubo cierta estabilidad en los últimos meses, Bartolommei advirtió que no se trata de deflación real: “Lo que existe son bonificaciones que bajan el precio final, pero si las quitan, es un aumento encubierto”. Según el empresario, varias empresas ajustaron entre 3% y 5% tras meses sin modificar precios, siguiendo el repunte cambiario de inicios de agosto.
Consumo retraído y segundas marcas en alza
El ajuste en el bolsillo lleva a más consumidores a elegir alternativas más económicas, incluso en alimentos, lácteos y artículos de limpieza. “Muchas veces es el mismo producto con otro envase. Hay lácteas que producen sus primeras y segundas marcas, y la diferencia está solo en la etiqueta”, comentó.
“La gente está llegando con lo justo, y a veces ni eso. Fábricas y comercios tienen que ser coherentes con los precios porque nadie puede abusar. Hoy no se puede trabajar con colchón, sino apenas con la sábana”, graficó Bartolommei.
Pagos: auge del QR y menos crédito
En el plano financiero, crece el uso de billeteras virtuales y tarjetas de débito, mientras que las ventas con tarjeta de crédito pierden terreno por el temor a compromisos a futuro y límites agotados.
En el segmento mayorista, los márgenes acotados impiden ofrecer descuentos masivos. “Trabajamos con ofertas por volumen, pero no tenemos el margen de una heladería que puede dar 20% por pagar con una app”, concluyó el referente del sector.
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