Luego de haber experimentado una bajante de magnitudes que nunca se habían registrado hasta el presente, el Salado y toda la cuenca del Paraná con sus afluentes se recuperan en lo que viene manifestándose como una onda de crecida constante en los últimos meses.
El río Salado llegó a los cuatro metros en Santo Tomé: en solo dos meses y medio subió 346 centímetros
Tal es así que en poco más de dos meses el nivel del río Salado en el hidrómetro de la costa santotomesina se incrementó en casi tres metros y medio. Esto se manifiesta en los 4 metros que el Centro de Informaciones Meteorológicas de la UNL (CIM) arrojados en la última medición de piso en Santo Tomé.
Cabe destacar que a esta cifra se llegó tras haberse registrado el 16 de enero de 2023 un piso de apenas 0,54 metros frente a la costa de Santo Tomé, habiendo crecido desde entonces la impactante magnitud de 3,46 metros. El nivel actual del río dista por 70 centímetros al umbral de alerta que se interpone para la costa santotomesina, fijado en 4,70 metros.
Este presente de recuperación en los caudales de los ríos se hace presente también en el Paraná, aunque la diferencia principal radica que en el caso de la cuenca del Salado la creciente es alimentada principalmente producto de las lluvias locales, al ser un cauce de respuesta rápida ante estos eventos.
Crecida en el Paraná
Con un crecimiento incesante en sus niveles, el Paraná este domingo tocó los 3,88 metros en el hidrómetro frente al Puerto de Santa Fe, siguiendo el curso de ascenso que viene manifestando durante los últimos 90 días.
Tal es así que desde el Instituto Nacional del Agua (INA) anticipan que para el próximo 4 de abril las aguas del Paraná tocarán los cuatro metros de piso luego de tantos meses con la categoría de "aguas bajas" en los diferentes informes reportados.
El organismo nacional indicó que "los niveles permanecen con oscilaciones acotadas, en torno a los valores de pico del último tránsito de onda registrado. Se prevé un gradual ascenso, por efecto del incremento en el derrame semanal de Yacyretá, persistiendo en rango propio de aguas medias".
Cabe destacar que el promedio histórico de altura del río Paraná para el mes de marzo desde 1997 es inferior a los registros actuales, para poner en contexto el buen repunte del cauce en la cuenca santafesina.
Se espera que los niveles continúen aumentando con oscilaciones poco significativas en los próximos días o bien tiendan a estabilizarse con valores de base superiores a los observados durante los últimos años en la misma época del año. Las medias semanales están aproximadamente 0,39 m por debajo del promedio de marzo en Rosario y 0,16 m superior al promedio de marzo desde 1997 en Santa Fe.
La crecida que experimentó el río Paraná desde comienzos de 2022 y que se sostuvo a lo largo de los meses hasta sobrepasar la línea de los 3 metros y medio en Santa Fe dejó de ser tal a mediados de noviembre, momento en el que el cauce del río volvió a bajar de manera estrepitosa. Las mediciones a comienzos de diciembre registraron un nivel de 1,86 metros frente al Puerto de Santa Fe, cuando a mediados de noviembre la medición daba 3,50 metros.
La bajante histórica tuvo su inicio en marzo del 2020, un año más tarde recuperó una tendencia alcista sin alcanzar su normalidad, pero volvió a caer a fines del 2021, y provocó notorios cambios en la vida ambiental, económica, productiva y social.
Esto afectó la fauna íctica al dejar seco el valle de inundación (donde los peces se refugian, alimentan, reproducen y crecen); produjo inconvenientes en el riego de cultivos y complicó las producciones industriales que necesitan captar agua. También acrecentó los problemas de incendios en las islas y los de contaminación del agua, ya que se redujo la capacidad del río de dilución de los afluentes crudos o industriales.