Juan Cerra es uno de los deportistas santafesinos más importantes de la historia. En el lanzamiento de martillo ha ganado todo lo que se le puso enfrente. Consiguió consagrarse campeón en nueve ocasiones a nivel sudamericano y dieciséis a nivel nacional. Tiene medallas de oro y bronce en panamericanos, fue cuatro veces olímpico y seis mundialistas.
Atletismo: Juan Cerra: "No me gustaban los lanzamientos"

El histórico lanzador de martillo logró el premio Konex 2010 por su trayectoria deportiva.
Es profesor de educación física, fue premio Konex en 2010, y actualmente cumple funciones en el Centro de Evaluaciones Médico Deportivas de la provincia que tiene su sede en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo (CARD) ubicado en el extremo sur de nuestra capital. "Esta cuarentena por el coronavirus supongo que la estoy pasando como todos, un poco ya cansado del tema, pero bueno, hay que tratar de seguir hasta que podamos volver a la normalidad", comenzó señalando Juan Cerra a UNO Santa Fe.
Juan Cerra, gran lanzador martillo comentó, que "este parate va a influir sin dudas en el deportista, más allá de que ahora se han podido retomar los entrenamientos, sobre todo la gente que está en un ranking nacional, ya tienen una autorización, y casi que están todos volviendo. Algo de tiempo se perdió, pero fue entendible para preservar la salud de la población".
En cuanto a su actividad actual, Juan Cerra explicó que "tengo varios trabajos vinculados al deporte, principalmente como profesor, y para la provincia estoy en el Cemed acá en el Card. Que es el Centro Médico de Evaluaciones Deportivas, en el cual estamos con un grupo de profesionales para brindar apoyo a diferentes deportistas de la provincia de Santa Fe".
A cerca de que tarea realizar el Cemed, Juan Cerra afirmó que "consta de un par de pilares, en el cual uno es la evaluación, son unas baterías de test rápidos, para ver en qué estado están los deportistas y que les sirva a los entrenadores. Después si algún entrenador requiere algunos test específicos que se pueden hacer si se necesitan. Luego, con una asistencia, después de la evaluación, ver que necesita, lo puede ver el traumatólogo, nutricionista, el kinesiólogo, o quiera mejorar alguna capacidad física, cosa que trabajan conmigo".
- ¿Cómo ves el atletismo de Santa Fe, pensás que está un poco estancado?
-Está difícil, siempre se sigue trabajando, y siempre hay chicos y chicas que van surgiendo. Pero el atletismo lleva tiempo para que uno de esos chicos se desarrolle. Hay algunos muy buenos en salto con garrocha, pero se compite con toda la tecnología, ya que es más fácil estar sentado y no hacer ningún esfuerzo. En el verano el aire acondicionado, tranquilo en una casa, o en una pileta es más atractivo que estar sufriendo al sol. A veces es difícil que los chicos entiendan eso del sacrificio.
- ¿Se ha perdido un poco la enseñanza del atletismo en las escuelas?
-Depende mucho del profesor que esté en cada establecimiento, pero si se ha ido perdiendo por diferentes situaciones. Un poco por la infraestructura, otras por la gran cantidad de chicos que tenés, que por ahí el atletismo te demanda, al ser un deporte individual, ir corrigiendo uno por uno, en cambio con un deporte de conjunto podés hacer algunos juegos y pasar la hora donde tenerlos más entretenidos a los chicos. Entonces se complica dar atletismo en las escuelas como sucedía en otras épocas.
- ¿En lo personal extrañás el competir?
-La verdad que no, y ya hace cinco años que me retiré. No fue ni meditado ni natural, sino que ya estaba padeciendo muchos las lesiones. Ya estaba muy roto, de hecho después me operé. Al tiempo quise de ir a probar con Adrián Marzo, con un martillo muy chico, porque tenía ganas de hacerlo, lo veía a él, y me dió ganas de hacerlo. Fui un par de veces pero aparecieron los dolores en las rodillas así que no había caso. La verdad es que me gustaría poder hacerlo como hobby, no como competencia, poder lanzar cuando tenga ganas. Pero me di cuenta que para eso tenés que estar bien entrenado, porque sino te terminás lesionando.
- ¿Pensaste en ser entrenador o asistir algún atleta?
-No, todavía no, por ahora no, no di ese paso, ojalá que se pueda dar el día de mañana. Ojalá que se pueda dar trabajando acá para la provincia, que el día de mañana se pueda conseguir un pase a planta permanente, estando acá fijo en el Card, poder armar una escuelita de lanzamiento, y poder ayudar a los chicos. La verdad que eso es algo que me gustaría.
- ¿Quién fue la persona que te involucró en el atletismo?
-Mi primer entrenador fue Guillermo Chiaraviglio padre, y con el estuve muchos años. Con el conseguí muchos títulos, Sudamericanos de mayores, muchas medallas, y panamericanos. He estado mucho tiempo bajo su conducción y con muchos logros. Le gustaba mucho era la parte de la iniciación, le encantaba arrancar de cero con un atleta, guardo un muy grato recuerdo de él. Después entrené en Buenos Aires, cuando estudié educación física, y ahí tuve diferentes entrenadores. Acá en Santa Fe entrené con Adrián Marzo, después pasé un tiempo en Italia, que entrené con el entrenador nacional y fue donde conseguí las mejores marcas.
- ¿Qué diferencias notaste cuando fuiste a entrenar a Europa?
-Primero que eran otros tiempos, te estoy hablando de veinte años atrás, entonces la información que teníamos en aquel momento no es la de ahora, que la tenés on line y podés ver lo que está haciendo otro atleta en otra parte del mundo. Entonces primero era aprender de esta gente que tenía otra tradición en lo que eran los lanzamientos y el atletismo. Después a mí me hizo muy bien el grupo de entrenamiento. Había atletas de alto nivel, por debajo y por arriba mío. Entonces estabas siempre compitiendo en el entrenamiento.
- ¿Lograste buenos rendimientos con ese nivel de entrenamiento?
-Creo que el título más importante que conseguí fue el de campeón Panamericano en el 2003, todo producto de ese trabajo que hice en Italia. Después de eso mi último entrenador durante muchos años fue Cristian Aguirre acá en Santa Fe, con quien también logré varios títulos. La cuestión de la infraestructura en Europa se notaba, ahora se mejoró mucho en Argentina, pero hace veinte años atrás había diferencias. El lugar donde yo entrenaba estaba pensado para atletismo, con equipos específicos para lanzar. Pero también en ese momento uno estaba dedicado a eso, desde que me levantaba hasta que me iba a dormir se pensaba en eso.
- ¿Cómo fueron tus comienzos en el atletismo?
-Es como hablamos antes, comenzó en la clase de educación física en la escuela Industrial Superior, ahí me agarró Guillermo Chiaraviglio, y me dijo venga. Nos hicieron diferentes pruebas, primero nos tocaba en las pruebas combinadas, y después terminé en los lanzamientos. El último que vi fue el martillo, empecé con la bala, la jabalina, después el disco, y el último fue el martillo. Siempre digo que no me gustaban los lanzamientos. Cuando arranqué con la escuela secundaria, a los 13 años, no me gustaba los lanzamientos, y no me quedaba otra que para probar la materia que hacerlo. Arranqué con los otros lanzamientos, no me gustaba, pero después por una cuestión social y de amigos, vienen las primeras competencias, y una cosa va llevando a la otra. Hasta que te empezás a enganchar, después conocí el martillo y me gusto más que las otras disciplinas. Cuando me di cuenta era una forma de vida.