Brian Fernández es una excelente persona, un fenómeno jugando a la pelota y un hombre que da todo por su familia. Claro, todo esto cuando su cuerpo y su mente se encuentran en tranquilidad y fuera de las drogas.
Brian Fernández: entre el fútbol y las adicciones
Por Agustín Baroni

Sus adicciones hicieron que quede lejos de todo lo anteriormente detallado; su estado de ánimo como persona, el fútbol y su familia. De todo eso lo alejó la droga, hasta teniendo ciento de oportunidades. Brian es una persona con una enfermedad crónica y así debe tratarse.
Fue su propio hermano, Uvita, quien dijo “Es muy complicado, muy delicado. Tratamos de apoyarlo siempre.” en referencia a su regreso a Santa Fe en este último tiempo.
Hasta Juan Roman Riquelme lo apoyó en el año 2020 con un mensaje de Whatsapp: “Tiene un partido muy importante y lo tiene que ganar”.
Luego de un partido en Ferro, y de convertir dos goles, Fernández se quebró en una nota televisiva y habló de sus problemas. En ese momento detalló: “Yo nunca bajé los brazos, mi vida es un día a día. Esta es mi lucha, caerme y seguir.”
Brian y sus adicciones: De comienzo a final
Racing: En el año 2015, post enfrentar a River surgió su primer problema al público. Dio positivo en el doping. En lugar de acompañarlo, lo suspendieron un año y medio.
Tras la sanción, volvió a jugar en Sarmiento, luego en Metz de Francia, Unión la Calera de Chile y Necaxa de México. Para que en el año 2019 Portland Timbers de la MLS comprara su pase.
En EEUU volvió a recaer en las drogas. Fue a un programa para tratar el consumo en el club y luego terminó rescindiendo su contrato para regresar a Colón.
En medio de la pandemia parecía estar mejor, pero no, Brian volvió a caer en las adicciones. Fue internado en una clínica. Luego fue cedido a préstamo a Ferro donde a finales de 2021 fue separado del plantel por sus adicciones.
De Ferro se fue a Deportivo Madryn, allí otro duro momento lo atravesó. Fue encontrado en muy malas condiciones y tuvo que ser internado. Abandonó el club, regresó a Ferro y volvió a caer en las drogas.
Regresó a Santa Fe, se alejó del fútbol, y en octubre fue detenido e internado con un brote psicótico tras apedrear un colectivo en su barrio natal.
Colón le dio una nueva oportunidad, regresó al club de sus amores. Días más tarde, lo conocido recientemente: ausencia a entrenamientos del equipo ya conducido por Gorosito, desafección del plantel y una dirigencia que debe decidir qué hacer con él, ya que tiene contrato hasta junio.