Los jugadores del seleccionado argentino cerraron la fiesta de los campeones del Mundo con un karaoke de canciones de aliento.
Los campeones del mundo mutaron a hinchas con cánticos "de tablón"

Télam
Cuando finalizó el show final de La Konga, Lautaro Martínez, Paulo Dybala y Ángel Di María tomaron el micrófono y empezaron a cantar canciones junto al público.
"Queremos seguir festejando", le dijo el bahiense a Sergio Goycochea y arrancó con el "Muchachos".
"Un minuto de silencio para Francia que está muerto", entonaron después los jugadores envueltos con el cotillón "albiceleste".
El inesperado momento sorprendió y retuvo la salida del público que se quedó unos minutos más disfrutando del fin de fiesta.
Messi y Scaloni fueron subidos en andas al grito de "Que de la mano" y desataron la risa de todo el plantel.
El baile del "Dibu" y la negativa de Messi a sumarse pese al pedido del público, más la ovación a "Fideo", completaron el bonos track que improvisaron los jugadores para la gente.
"La verdad que no pude contener las lágrimas por todo esto. La emoción de ver a la gente tan feliz y agradecida, como nosotros para ella, es muy fuerte y emocionante", confesó Emiliano Martínez.
"Esto es lo que soñé toda la vida y ahora lo logré y lo estoy viviendo con mucha emoción. Y a la gente le queremos agradecer no solamente por la fiesta de hoy, sino por todo lo que nos dio en Qatar", cerró Leandro Paredes.
Y su compañero de mitad de cancha, Rodrigo De Paul, acompañado dentro del campo de juego por su novia, la cantante Tini Stoessel, resaltó que "este logro y estos momentos son algo que parecía inalcanzable".
"También yo viví muchas emociones en los últimos meses y por eso hablé poco y quise bajar tensiones. Por ejemplo me lesioné en un penal con la Roma y resulta que en la final del Mundial hice el que recordaré para siempre", expuso por su parte Dybala.
"Después de ganar el Mundial lloré mucho y me quedé con el reconocimiento a mi padre, que me acompañó siempre para que fuera futbolista y hoy debe estar muy feliz con todo esto", resaltó el cordobés.
Por su parte Lautaro Martínez también se quebró "al ver a toda la familia, mis padres, mi mujer, el hijo que lleva en la panza y el que llevaba de la mano. Es algo que a uno lo hace llorar inevitablemente".
"Pero también sabemos que tenemos que seguir adelante para continuar con este proceso. Soy consciente de que tuvimos un cambio generacional muy grande y ahora podemos disfrutar. Yo lo hago y me hace bien que Lionel Scaloni me haya bancado en los malos momentos", reseñó.