Al pensar en agricultura, es fácil que nos evoque un campo lleno de plantas hasta donde nos alcanza la vista. Aunque para algunos suponga una visión idílica, para los agricultores y otros trabajadores del sector agrícola no lo es. Las enormes extensiones de terreno dedicadas al cultivo son, en muchos casos, difíciles de recorrer a pie y buscar señales sobre la existencia de cualquier problema, como plagas o enfermedades, o analizar visualmente cada planta a pie es una tarea titánica e inefectiva.
Pros y contras de usar drones agrícolas en la agricultura moderna

De ahí que, pese a que originalmente se crearon para uso militar, los drones cada vez ganen más peso en el sector agrícola. Permite recopilar datos con mucha precisión desde cerca de las plantas gracias a las cámaras de alta definición que posee y a su capacidad de vuelo.
Ventajas de usar drones en la agricultura
La productividad, la eficiencia y la rentabilidad son siempre prioritarias en cualquier empresa agrícola. En ese sentido, los drones se han convertido en otro aliado tecnológico de los agricultores.
Los drones eliminan la necesidad de tener que recorrer el campo, con el riesgo que conlleva en forma de accidente o lesión. Además, los drones pueden llegar hasta zonas remotas o de difícil acceso para personas y maquinaria, lo que garantiza una monitorización completa de la explotación agrícola. Esto favorece también una menor contaminación, pues reduce el número de desplazamientos al campo a aquellos casos en los que se necesita la presencia de una persona para realizar una última comprobación o aplicar alguna medida de corrección ante el problema detectado.
La productividad se ve incrementada con el uso de drones, pues cubren un área bastante mayor que la que cubriría una persona a pie, permitiendo un análisis visual más rápido y efectivo que no les robe tiempo a otras tareas más urgentes. Además, sus cámaras de alta definición y sensores avanzados muestran un alto grado de detalle que permite identificar numerosos problemas, de modo que los agricultores puedan tomar sus decisiones basándose en datos y no en suposiciones o de forma general.
Puesto que los drones muestran información en tiempo real, la detección temprana de problemas se incrementa, permitiendo comenzar el tratamiento correctivo cuanto antes y mejorando el rendimiento de los cultivos. El uso de los datos de los drones también sirve para corregir y optimizar el uso de insumos, reduciendo el desperdicio y los gastos, además de favorecer al medioambiente.
Otro punto positivo de los drones es que sus datos pueden ser importados dentro de múltiples sistemas de software para agricultura, ayudando a generar análisis más complejos como parte de la información tomada sobre el terreno.
Limitaciones en el uso de drones en la agricultura
Aunque los drones pueden ser un excelente aliado, su uso no está exento de problemas y otras limitaciones. Cuanto más grande sea el campo, mejor deberá ser el dron en términos de autonomía y radio operativo. La mayoría de los drones tienen un rango operativo limitado y una autonomía que varía entre los 25 minutos y 1 hora, si se desea comprar un dron con mejores prestaciones, el precio asciende ostensiblemente, lo que puede suponer un problema para algunos pequeños agricultores, que no pueden permitirse un desembolso tan grande.
En muchos países, el uso de drones a partir de cierto tamaño requiere que el operador haya obtenido una certificación previa, además de cumplir con todas las leyes regulatorias relacionadas con la altitud máxima, el peso del dron, etc. Asimismo, volar drones cerca de objetos considerados importantes, como un aeropuerto o una base militar, está prohibido, lo que puede limitar su efectividad si la explotación agrícola se encuentra cerca de alguno de estos objetos.
Otro problema habitual de los drones está en las dificultades técnicas que pueden sufrir, como corrupción de los datos o fallos en la conectividad. A esto se suma su incapacidad para volar en días con lluvia, nieve o viento muy fuerte.
Por último, los drones solo pueden mostrar una pequeña parte de la inmensidad del campo, al contrario que los satélites. Cuando se trata de obtener una imagen general, es mejor contar con software agrícola que cuente con imágenes de satélite. Entre otras opciones del mercado, EOSDA LandViewer destaca por contar con numerosas fuentes de imágenes y la posibilidad de procesar la información sobre la marcha. La plataforma cuenta con diversas funciones, como múltiples combinaciones de bandas o el análisis de series temporales, para poder conocer el estado general del campo antes de poner a volar los drones e investigar una zona con problemas. Para mayor comodidad, puede establecer un área de interés y suscribirse a las imágenes de uno o varios satélites, de modo que, cada vez que haya una imagen nueva, la obtenga de forma automática.
Usos de los drones agrícolas
Las mejoras de los últimos años han capacitado a los drones para poder realizar más funciones que antes. En materia de observación, los drones pueden ayudar a monitorizar las plantas y el estado del campo, a controlar el ganado o en tareas relacionadas con la seguridad de la explotación.
Más allá de ser meros observadores, uno de los usos más habituales es el rociado de productos químicos, evitando que los trabajadores tengan que desplazarse por el campo cargados con una mochila llena de productos químicos, lo cual puede poner en riesgo su salud. Otros drones son usados para soltar semillas por el campo e incluso ya se están testeando drones que puedan ayudar a polinizar las plantas.
Los drones agrícolas contribuyen de forma positiva a la agricultura y a las actividades agrícolas en general. Con esta avanzada tecnología, los agricultores pueden acelerar ciertos procesos, tomar decisiones rápidas y ahorrar en recursos. Aunque el desembolso inicial y ciertas limitaciones pueden echar atrás a algunos a la hora de aventurarse a adquirirlos, lo cierto es que en un futuro no muy lejano será difícil imaginar una explotación agrícola sin drones en algunas de sus operaciones habituales.