Este martes por la madrugada, un remisero llevó a una pareja con destino al corazón de barrio Transporte. Al llegar al lugar, los pasajeros mostraron sus verdaderas intenciones e intentaron robarle a punta de pistola, pero el rápido accionar del remisero evitó el acto delictivo. Así y todo, los ladrones dispararon y la bala le rozó la cabeza; hoy el trabajador del volante está vivo de milagro.
El drama de vivir en barrio Transporte, entre el olvido, la falta de obras y la inseguridad
UNO Santa Fe recorrió el barrio y dialogó con los vecinos, o en realidad con los pocos que se animaron a denunciar lo que pasa en la barriada desde hace tiempo con la creciente inseguridad. Todos escucharon el disparo que casi terminó con la vida del remisero por algunos pesos en efectivo y un teléfono celular, pero nadie se alertó de la situación porque lamentablemente ya se acostumbraron "a vivir entre las balaceras".
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"Es tremendo lo que está pasando, a la hora que sea se observan movimientos y vehículos extraños, personas que miran y analizan toda la actividad del barrio. Las balaceras ya son moneda corriente, se escuchan disparos a toda hora. Es demencial lo que estamos viviendo porque ya no podemos ni caminar tranquilos por las calles. Los robos son cada vez más comunes, de hecho no existe un auto en el barrio al que no le hayan robado la batería", resaltó Claudia, una vecina que hace más de 40 años vive en el barrio.
Barrio Transporte está delimitado al norte por avenida Gorriti, al este por avenida Aristóbulo del Valle, al oeste por avenida Facundo Zuviría y al sur por calle Risso. El histórico reclamo de los vecinos fue la instalación de servicios básicos, como las cloacas, y el padecimiento que trascendió generaciones enteras es la falta de obras como la pavimentación de sus calles - que sólo algunas troncales e importantes tienen carpeta asfáltica ya deteriorada-, las demás, tierra, algo de ripio y cunetas que dividen las veredas de las calles. En definitiva, es un barrio que se ubica entre avenidas, pero tiene problemas múltiples de infraestructura.
Ahora, el llamado a viva voz de los vecinos es por seguridad. De hecho, este lunes por la tarde, y cansados de los reiterados episodios de inseguridad decidieron cortar el tránsito en avenida Facundo Zuviría y su intersección con calle Javier de la Rosa con un reclamo que duró casi dos horas hasta que se hicieron presentes autoridades policiales para recoger el pedido desesperado de los habitantes.
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Transporte, un barrio olvidado
Claudia no quiere resignarse en la lucha por mejorar el barrio que la vio nacer y salió sin tapujos al encuentro de UNO Santa Fe. "Además de la inseguridad reinante, somos un barrio inmerso en el olvido. Acá, no mantienen las calles de tierra, no existen trabajos de zanjeo y la iluminación es de escasa a nula", argumentó.
"Otro problema es la falta de representatividad que tenemos los vecinos por parte de la vecinal. Nos cansamos de hacer reuniones años atrás y solo recibíamos visitas en épocas de elecciones y falsas promesas", subrayó Claudia y agregó: "Los vecinos no se involucran por miedo, resignados y agobiados por la situación, todos prefieren no denunciar lo que pasa y no reclaman ni por el arreglo de una luminaria rota en la calle".
"Mi hijo vive con su familia en el barrio y le imploro todo los días que se vaya y alquile en otro lugar para estar mejor. No quiero que nadie más de mi familia viva el martirio que sufrimos nosotros todos estos años. Y la situación se agrava cada vez más. Teníamos un negocio, pero nos cansamos de los robos y cerramos las puertas. De día se vive una falsa apariencia de tranquilidad, pero cuando empieza a caer el sol, ya todos los vecinos se encierran en sus viviendas", finalizó Claudia.
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