La pandemia del coronavirus llevó al mundo a una pelea en conjunto. Más que nada, para preservar la salud y tratar de frenar los golpes que se vienen sintiendo desde su aparición en China el año pasado. Hoy la única herramienta es quedándose en casa y por eso en Argentina si instauró una cuarentena obligatoria. Esto tuvo injerencia en los deportes, sobre todo en el fútbol profesional, que empezó a temblar desde el punto de vista económico al igual que todos. Ni hablar en Colón, que sumó una nueva dificultad a sus planes establecidos con anterioridad, entre ellos remodelar la sede.
Colón deberá esperar más de la cuenta para remodelar la sede
En realidad la idea del presidente José Vignatti era la de comenzar este año los trabajos, pero el flojo 2019 en el torneo local pujo en jaque la cuestión, debiendo utilizar mucho del presupuesto para la confección de un plantel más competitivo y así luchar por mantener la categoría. Cosa que todavía no pudo darse, ya que apenas se ganó un partido y ya con Eduardo Domínguez como entrenador (el último ante Rosario Central en la primera fecha de la Copa Superliga), porque con Diego Osella solo hubo dos empates y el resto fueron derrotas.
Se invirtió en el arribo de Brian Fernández, que justo antes del inicio del aislamiento iba agarrando ritmo tras los problemas que ya son de público conocimiento; también en las incorporaciones de Rafael García, Rafael Delgado y Lucas Viatri, entre los nombres más pesados. Cuando parecía que podía darse la levantada, la pandemia le puso freno.
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Una erogación enorme a la que ahora se suma los salarios de marzo. Un tema polémico porque varios clubes acordaron rebajas en los sueldos, pero en algunos casos los jugadores no están de acuerdo. Por ahora esto no afloró en Colón, pero ante la merma en la paga de la cuota societaria –algo lógico por cierto– los recursos son serían los suficientes. En algunas entrevistas algunos integrantes del plantel deslizaron que no contemplaban ceder nada, como para ir conociendo el escenario.
Esto se suma también como condicionante a los planes de remodelar la sede, cuyo proyecto se encara a un estilo europeo. Es un retroceso económico claro y por eso por ahora todo está parado. No es para menos, ya que la realidad no da lugar a eso, pese a que Colón recaudó bastantes dólares en la última Copa Sudamericana, además de las transferencias, pero son ahorros que se van yendo.
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Hace algunos meses se filtró en las redes sociales un video del proyecto inicial para cambiar la sede, que contemplaba el portón de ingreso y la facha. Algo que causó mucho impacto en la gente, que rápidamente se ilusionó con algo revolucionario en la ciudad y por qué no también en el país. El presidente José Vignatti indicó que había algo avanzado y que era "mejor que el que se había conocido". Por el destino puso en el camino varios imponderables demandará de un tiempo más para esperar.
La pandemia del coronavirus es algo que abarca a todos, no solo a Colón, y con razón, ya que no se trata de algo normal y que amerita de una conciencia total y responsabilidad (#QuedateEnCasa). Pero también es cierto que esto deriva en que muchas ideas queden truncas o, en este caso, se demore más de la cuenta para que se hagan realidad. En Colón lo saben y solo tratan de abordar los temas de la actualidad sin pensar tanto en el futuro. Ya se cumplió con la terminación de la bandeja sur que le permite ampliar la capacidad del Brigadier López y ser uno de los estadios más grandes del país, pero lo otro, por ahora deberá aguardar.