Si bien, tras su liberación, Raúl Velaztiqui Duarte se llamó a silencio y no quiso hablar con ningún medio, sus íntimos dejaron trascender que dijo que la muerte de Natacha Jaitt “me arruinó la vida” y anuló sus posibilidades económicas, ya que está “sin dinero” y planeaba crear una sociedad de fomento para su barrio que ahora quedó en la nada. También contaron que cuando salió de prisión se fue a la casa de sus padres en la localidad de Merlo, sobre la calle Deán Funes, se encerró en su cuarto y lloró durante horas. Algo que parece muy lejano a “un agente de inteligencia” como allegados a la modelo dicen que podría ser.
“Lo que pasó con Natacha me arruinó la vida”
Por Virginia Giaime
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Por el shock de pasar más de 72 horas detenido desde el lunes a la noche, el productor, a cargo de su propia firma, Veluarte Producciones, aseguró entre sus íntimos que buscará asistencia psicológica. También, dijo que teme por sus padres, por lo que les pueda llegar a pasar, y que recibe un trato injusto, ya que Gonzalo Rigoni -el dueño del Xanadú, que según su propio relato vio a Natacha desnuda en la suite del salón- no recibe ningún “acoso” de los medios, como él sí, algo que le parece totalmente injusto.
Lo que lo complicó es que su testimonio fue contradictorio con respecto a Jaitt. Primero dijo que era una “amiga”, y luego reconoció que no se habían visto por meses. Se sabe que compartieron al menos tres salidas en el mes previo a la muerte de la actriz, que testimonian fotos que tanto Jaitt como Velaztiqui Duarte subieron a sus cuentas de Instagram. Lissa Vera, cantante de Bandana que declaró durante tres horas en la causa el miércoles último, actuó como nexo entre ambos.
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Macabra teoría sobre la muerte de Natacha Jaitt
Hay diversas teorías sobre por qué Velaztiqui ocultó el teléfono de Jaitt en su camioneta Fiat Adventure ya con los paramédicos y la policía en el Xanadú. El productor de espectáculos aseguró que intentó “resguardarlo en un primer momento”, pero investigadores del caso sospechan que lo escondió para luego intentar vender sus contenidos. Ulises Jaitt fue como siempre mucho más allá, con sospechas de borrado de datos: “Duarte le sacó el celular a mi hermana como quien prepara una muerte”.
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Mientras tanto, la investigación a cargo de los fiscales Sebastián Fitipaldi, Diego Calegari y Cosme Iribarren continúa en la UFI de Violencia de Género de Tigre. Los investigadores avanzan con el análisis de las 16 cámaras de seguridad que funcionaban en el Xanadú en el momento de la muerte. El dinero encontrado en la mochila de Jaitt -400 dólares, 20.000 pesos- no es considerado un factor de sospecha. Las pericias a la sangre, la orina, los órganos y los diferentes hisopados tomados del cuerpo de Natacha en su autopsia se realizarán el miércoles próximo en los laboratorios platenses de Policía Científica.
Crónica.