La inseguridad no da respiro en barrio Sur. Esta vez, la escuela secundaria Nº 3148 “1º de Mayo”, ubicada en San Jerónimo al 1.300, a menos de 100 metros de la Casa de Gobierno y a 150 metros del Ministerio de Educación, sufrió hechos de robo y vandalismo durante cinco noches consecutivas.
De no creer: robaron cinco noches seguidas en una escuela de barrio Sur, a metros del Ministerio de Educación
La escuela secundaria Nº 3148 "1º de Mayo", ubicada en San Jerónimo al 1.300, fue blanco de los delincuentes. Además del robo, destrozaron las instalaciones y hasta defecaron en el comedor.

Una escuela de barrio Sur, en jaque por la inseguridad.

Una escuela de barrio Sur, en jaque por la inseguridad.

Una escuela de barrio Sur, en jaque por la inseguridad.
Los ladrones aprovecharon el receso escolar, y además provocaron grandes destrozos, se llevaron los ventiladores industriales y además dejaron sin energía eléctrica el establecimiento educativo tras romper todos los cables y las cajas de luz.
Por si todo esto fuera poco, los directivos de la escuela hallaron un escenario desagradable e indignante: los delincuentes defecaron en el comedor y orinaron bolsas con juguetes para los niños y niñas del jardín.
Tras los cinco hechos delictivos consecutivos y la falta de respuestas, las autoridades de la escuela pidieron "auxilio" y "ayuda urgente". En diálogo con radio Sol Play, Valeria Roskopf, directora del establecimiento educativo, no escondió su malestar y preocupación: “Todo quedó a oscuras y tenemos miedo de que vuelvan. Estamos re contra vulnerados en un sector muy céntrico. No sabemos cómo volver a empezar”.
Carteles frente a la escuela alertando la situación
Además, la directora colocó carteles en el frente de la institución para alertar a los vecinos sobre los delitos. “Tenemos el comedor donde damos desayuno, almuerzo y merienda. Tenemos un laburo social importante y lo hacemos con mucho amor. Que nos toquen así, nos duele un montón”, subrayó.
"Hacemos guardia con las directoras de las demás escuelas de la zona. Además, con otros profesores escribimos y pegamos carteles porque todo quedó a oscuras y para avisarles a los mismos delincuentes que ya sabemos lo que está pasando. Seguramente van a volver a robar", finalizó Valeria.