La presencia de mosquitos es moneda corriente en Santa Fe, pero durante las últimas semanas colmó la paciencia de cualquier litoraleño. Altas temperaturas, creciente del río y humedad extrema crearon el ambiente ideal para una "mosquitada" y ante ella, la búsqueda del salvador repelente se disparó en supermercados y farmacias.
La invasión de mosquitos en la ciudad deja las góndolas sin aerosoles
UNO Santa Fe se comunicó con la representante del Colegio de Farmacéuticos, Alicia Caraballo, y la de la Cámara de Supermercados María Elizabeth Raffin, quienes confirmaron que escasean los repelentes en aerosol y espray, los preferidos por los usuarios.
“No hay faltante de repelentes, las empresas están entregando”, dijo Raffin. “Lo que está escaseando un poco es el aerosol porque es lo que la gente prefiere, pero el resto de la variedad hay. Hay otras alternativas a la marca más conocida”.
“Los proveedores no están pudiendo reponer la demanda de los farmacéuticos”, aseguró Caraballo. “Las farmacias somos pequeñas pymes y no tenemos tanto stock como los supermercados. Uno va vendiendo lo que tiene y se va quedando sin stock. Los proveedores de farmacias no llegan”.
Desesperación y desabastecimiento
La titular de la Cámara de Supermercados explicó que cuando arranca la primavera se hace la primera compra fuerte de la temporada y "después se va reponiendo porque no es un producto de alta rotación, no es muy rutinario”. Lo mismo aseguró la vocera de los farmacéuticos, que precisó que la venta se profundiza en la etapa de verano cuando la gente se va de vacaciones, aunque remarcó que "siempre fue una situación escalonada".
“Este año, al principio no se vio tanta venta porque no hubo demanda para las vacaciones, pero luego de esta gran oleada de mosquitos que se avecinó hace unos 15 días se generó una venta mucho mayor. Y con la humedad de estos días volvió a acrecentarse”, explicó Caraballo. “La demanda es muy alta y ha sido muy de golpe”.
Por su parte Raffin relató: “Apenas llegó el cargamento se fue en tres o cuatro días porque la gente se llevaba de a seis o siete. Con esa conducta no hay stock que aguante”. Precisó que muchas empresas entregan una o dos veces al mes con pedidos de una gran consideración, y que al finalizar la temporada es muy difícil de pagar.
“Son situaciones comerciales que se dan que uno no tiene previsto. ¿Qué íbamos a saber que iba a haber una invasión de mosquitos?”, reflexionó y aseguró: “Nunca hemos comprado tanto repelente como este año”.
Acopio
“Lo más vendido han sido aerosoles y vaporizadores, especialmente los de larga duración, por la simplicidad de la aplicación y para no repetir tantas veces”, explicó Caraballo.
Además la especialista remarcó que el uso de repelentes solo debe darse fuera de la casa, ya que para el hogar se cuentan con otras medidas de protección ante mosquitos y bichos.
En este sentido Raffin calculó que por familia un solo repelente debería durar todo el verano o “a lo sumo dos si van mucho a la costanera, casa quinta o de vacaciones” aunque agregó que ahora también lo piden en jardines de chicos.
“La gente lleva pastillas, aerosoles y espirales y son productos que se consumen más porque lógicamente duran menos que el repelente. Hay mucha variedad de productos para matar los mosquitos, pero la gente que tiene chicos chiquitos o por el miedo al dengue compra mucho repelente”, aseguró Raffin.
La vocera de los farmacéuticos coincidió en que en general el cliente se lleva más de un repelente, sobre todo los especiales para niños o bebés, y que también que aumentaron las ventas de antihistamínicos, ungüentos para picaduras y antialérgicos.
Sobre el peligro del uso frecuente recalcó que ningún producto es inocuo pero que “hay un grado bajo de hipersensibilidad al repelente, aunque hay pieles muy sensibles o con alergias que hacen sufrir a los pacientes”.
“Siempre lo repetimos: el paciente siempre debe aprovechar el consejo del farmacéutico y evaluar todo tipo de dudas”, dijo la experta pero compartió un tip para quienes tienen sensibilidad al repelente: poner protector solar antes.
“Mes nuevo, precios nuevos”
Así calificó Elizabeth Raffin la situación de aumentos frecuentes que vivimos en el país ya que “parece que cada vez que arranca el mes aumentan los precios”. De todas formas, y aunque la demanda de repelentes es tan alta, aseguró que “no es necesariamente este el rubro que está teniendo esa variación y seguimos con la misma lista de precios de principio de año”.
Según la presidenta de la Cámara, dependiendo de la calidad, la marca y la cantidad, un repelente cuesta cerca de 350 pesos.
La titular del Colegio de Farmacéuticos espera que no aumenten los precios “porque hemos tenido tristes experiencias cuando hubo faltas de alcohol en gel o de insumos que en un primer momento dispararon los costos y luego por suerte se pudo controlar”. “No hay que aprovecharse de la necesidad de la gente”, finalizó.